El apagón de los semáforos de la intersección de la Avenida de Portugal con María Auxiliadora convirtió es concurrido cruce en un peligro.
La prudencia de los conductores y las precauciones de los peatones impidieron males mayores. La lluvia contribuyo a reducir la presencia de ciudadanos en la calle, pero a aumentar el peligro de la circulación.



















