La periodista Maribel Vilaplana, quien comió con el presidente Carlos Mazón el día de la Dana, declaró este lunes como testigo en la causa penal que investiga la gestión de la tragedia. Su comparecencia ante la jueza instructora, Nuria Ruiz Tobarra, ha arrojado luz sobre los movimientos del dirigente valenciano durante las horas críticas del 29 de octubre.
Vilaplana ha confirmado que no conserva el ticket del parking donde dejó su vehículo cerca del restaurante El Ventorro, un recibo que podría ser clave para determinar la hora exacta de la entrada y salida de Mazón del establecimiento. Sin embargo, se ha comprometido a facilitar la matrícula de su coche para que el juzgado solicite la información a la empresa propietaria del aparcamiento.
Mazón, «constantemente» al móvil
Fuentes presentes en la declaración señalan que el testimonio de Vilaplana apunta a que Mazón estuvo incomunicado solo de forma parcial. Aunque ambos estuvieron a solas en un reservado de la planta superior del restaurante, el presidente estuvo «constantemente escribiendo por el móvil» e interrumpiendo la comida para atender mensajes.
La periodista detalló que Mazón recibía «muchas llamadas» y que se apartaba para hablar o responder mensajes. Las interrupciones fueron tan frecuentes que el presidente llegó a sacar el ordenador portátil para trabajar desde el reservado, un detalle que ha sorprendido a los letrados de las acusaciones.
A pesar de la insistencia de la magistrada sobre el contenido de las llamadas, Vilaplana ha reiterado que Mazón nunca la hizo partícipe de las conversaciones: «Nunca me comenta nada, ni oigo palabras como Dana, Cecopi o lluvias», relató Vilaplana. «Era una mesa muy grande, yo estaba en el cabecero y él se giraba y escribía».
También ha negado haberle mostrado a Mazón un vídeo de las inundaciones de Utiel mientras estaban comiendo, asegurando que solo recibió el enlace en un chat familiar y que reaccionó enviando un emoticono sin llegar a abrir el contenido.
Declaración de casi cinco horas y un duro recibimiento
La periodista llegó al juzgado de Catarroja pasadas las 9:00 de la mañana en medio de una gran expectación mediática y un fuerte despliegue de seguridad. Fue recibida con abucheos e increpada por familiares de las víctimas, que le gritaron que «cuente la verdad».
Tras casi cinco horas de comparecencia, Vilaplana concluyó su declaración a las 14:15. Durante la sesión, la testigo se derrumbó y echó a llorar en varias ocasiones.
El encuentro entre Mazón y Vilaplana, que ella misma fijó sobre las 15:00, se prolongó hasta las 18:45, momento en que salieron del restaurante. Vilaplana ha asegurado que Mazón no dio «sensación de tener prisa» e incluso la acompañó hasta el parking mientras conversaban sobre fútbol.
Al final de su testimonio, Vilaplana se mostró muy afectada, asegurando que es «la persona más triste del mundo» desde ese día. La jueza incluso le tuvo que ofrecer consuelo, indicándole que ella «no es responsable de nada» y que su sentimiento la «honra».






















1 comentario en «Vilaplana no aporta gran cosa y se echa a llorar»
Tienes mucho que llotar despues de 12 meses de la trajedia