El Guijuelo rompió este domingo la racha negativa de cinco derrotas consecutivas que había acumulado. Lo hizo en el Municipal, y ante el Real Avilés, un rival incómodo, que salió goleado.
El Guijuelo mejoró ostensiblemente la imagen respecto a las semanas precedentes, en las que nadie entendía lo que estaba ocurriendo. Del mismo modo que ahora tampoco se acaba de asimilar cómo se recuperan las buenas sensaciones de la primera vuelta de la noche a la mañana.
El caso es que los jugadores de Fernando Estévez le dieron una alegría a su parroquia, que vieron a un equipo más reconocible, con intensidad, compromiso y mejor actitud.
Salieron presionando y se adueñaron del balón. Jugaban bien y el Real Avilés se mostraba incapaz de frenar lo que se le venía encima. A los 25 minutos el Guijuelo ya iba 2-0, gracias a los goles de Chuchi y de Lambarri.
Tras el descanso los asturianos, que transitan por la zona media de la tabla, salieron dispuestos a achuchar más y acortaron distancias con el tanto de Klu, pero a los dos minutos Fran Pastor, uno de los dos fichajes de invierno, anotó el gol de la tranquilidad.
Pastor, procedente del Marino de Luanco, gustó a los guijuelenses, que están pensando cómo no han tenido antes a este jugador en el Municipal. Rápido, atrevido y con calidad, un delantero a tener en cuenta.





















