Los operarios arreglan la acera en la avenida Padre Ignacio Ellacuría y una vez que han terminado de colocar las baldosas amarillas, echan la lechada de cemento sobrante en el alcorque del árbol más cercano.
No es la primera vez que la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca denuncia esta práctica, ya han manifestado en otras ocasiones el abandono de escombros en alcorques e incluso en calles poco transitadas. «Ahora nos encontramos con esto. A ver qué pasa con el árbol; habrá que vigilarlo. Y si se seca, ¿alguien se va a acordar del cemento?», preguntan desde la asociación.

Desde la asociación proponen que el Ayuntamiento, que ha contratado a la empresa para que arregle las aceras de toda la ciudad, debería observar e incluso sancionar las prácticas que está realizando.



















