El Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España ha abierto una investigación preliminar al obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, por presuntos abusos sexuales continuados a un menor cometidos entre 1994 y principios de los 2000. Los hechos habrían ocurrido cuando Zornoza era sacerdote y dirigía el seminario de la diócesis de Getafe (Madrid).
Aunque el caso ha prescrito para la justicia ordinaria española, la investigación eclesiástica, revelada este lunes por El País, podría derivar en un juicio canónico.
Zornoza suspende su agenda por la investigación y por cáncer
Tras conocerse la apertura de la investigación, el Obispado de Cádiz y Ceuta emitió un comunicado informando de la suspensión temporal de la agenda del obispo. Según la diócesis, esta pausa se debe tanto al «esclarecimiento de los hechos» como al tratamiento de un cáncer agresivo que Zornoza está recibiendo.
El Obispado calificó las acusaciones, referidas a hechos ocurridos hace casi tres décadas, como «muy graves y además falsas», e insistió en su «plena confianza en la justicia» y en la presunción de inocencia, asegurando que colaborarán en todo lo que se les requiera. La diócesis se abstendrá de hacer más declaraciones hasta conocer la decisión del tribunal eclesiástico.
La víctima denunció los hechos, que incluyen haber sido «metido en su cama casi todas las noches y las mañanas para besarle y tocarle las partes íntimas», a través de un correo enviado este verano al Dicasterio para la Doctrina de la Fe. El joven tenía entre 14 y 21 años en el periodo en el que supuestamente se cometieron los abusos.
Primer obispo español investigado públicamente
La admisión a trámite de esta investigación canónica convierte a Zornoza en el primer obispo en España conocido públicamente en ser investigado por el Vaticano por presunta pederastia.
Por su parte, la Conferencia Episcopal Española ha trasladado su «máximo respeto» al Tribunal de la Rota y confía en que la investigación «aclare el caso».
Mientras, asociaciones de víctimas señalan que este caso es un reflejo de un «cambio de mentalidad» entre los afectados. Miguel Hurtado, primer denunciante de abusos en la abadía de Montserrat, indicó que las víctimas están «perdiendo el miedo a denunciar poco a poco» y se atreven a señalar a «personas con mayor poder» dentro de la Iglesia.
La diócesis de Getafe, donde Zornoza era sacerdote en la época de los hechos, se ha puesto a disposición de los tribunales, si bien afirma que, «hasta el día de hoy, ninguna instancia oficial de la Diócesis ha recibido alguna acusación formal sobre los hechos publicados».
