La asociación de Hostelería Charra, integrada en Ceoe Cepyme Salamanca, ha presentado un Proyecto Integral para la Renovación y el Desarrollo de la Hostelería de Salamanca desarrollado en dos ejes; un instrumento estratégico que unifica en una sola hoja de ruta la realidad de la hostelería de la capital y del medio rural. La iniciativa, bajo el lema Salamanca se saborea, aspira a convertirse en el marco de referencia para reordenar el sector, impulsar su modernización y garantizar su continuidad en una provincia donde la hostelería es motor económico, social y turístico.
El proyecto, compuesto por hasta 100 propuestas, nace tras un análisis de la situación actual: aumento de costes, presión fiscal creciente, pérdida de establecimientos, dificultades de relevo generacional, la aplicación de criterios normativos entre zonas y un clima de incertidumbre que afecta tanto a los negocios de la ciudad como a los bares rurales, cuya desaparición en muchos municipios supone la pérdida de un servicio esencial en la vida social.
“El objetivo es claro: construir un futuro para la hostelería, tanto en la ciudad como en los pueblos. Un modelo estable que en el que proponemos una serie de propuestas para trabajar, invertir y mejorar el sector. Un bar abierto es vida, en Salamanca y en cualquier municipio de la provincia”, destaca Fernando Castillo, presidente de la asociación de Hostelería Charra.
El proyecto propone una actualización del marco fiscal municipal con el fin de adecuarlo mejor a las necesidades actuales, y defiende un modelo que combine sostenibilidad, convivencia y actividad económica. La asociación propone además un modelo renovado de Feria de Día, más sostenible, más vinculado a los locales y mejor integrado en el entorno urbano.
Propone una actualización integral de la Ordenanza de Terrazas, con criterios que no resulten tan gravosos para los empresarios; la creación de una Mesa Técnica Permanente entre Ayuntamiento y sector para contribuir a una aplicación más coordinada en el conjunto de la ciudad.
La Asociación de Hostelería Charra plantea, además, la creación de un Plan Municipal de Hostelería 2025–2030, una herramienta de planificación estable que permita mejorar el sector. Este plan estructuraría toda la política municipal en torno a cinco ejes (normativa, fiscalidad, sostenibilidad y convivencia, formación y empleo, y dinamización turística) estableciendo metas medibles, evaluaciones periódicas y un modelo de gobernanza compartida entre Ayuntamiento, sector y entidades formativas. Su propósito avanzar hacia una mayor armonización en la aplicación de los criterios y ofrecer un marco claro que impulse la actividad económica, garantizando al mismo tiempo la convivencia y el equilibrio urbano.
Salvar la hostelería rural y cohesionar el territorio
La segunda parte de la hoja de ruta se centra en el medio rural, donde la situación es especialmente delicada. La Asociación de Hostelería Charra presentará a la Diputación un plan que pone de relieve el papel del bar del pueblo como servicio esencial, punto de encuentro y núcleo de vida en municipios cada vez más envejecidos y en riesgo de despoblación. El proyecto establece una estructura territorial en cinco zonas (Campo Charro–Alba, Sierra de Francia–Entresierras, Ciudad Rodrigo–Frontera, Arribes–Vitigudino, y Peñaranda–Guijuelo), con estrategias específicas para cada una.
Incluye medidas para impulsar la digitalización, mejorar la formación adaptada a las necesidades rurales, conectar productores y hosteleros mediante un sello de calidad, fortalecer el turismo gastronómico y crear un Consejo Provincial de Hostelería, así como un Plan Provincial 2025–2029 para reactivar bares, apoyar reaperturas y favorecer la continuidad de los negocios.
Un proyecto de ciudad y provincia
La propuesta incorpora varias propuestas en materia de turismo gastronómico que bajo una identidad común se conviertan en una herramienta para incrementar el gasto turístico, promover la pernocta y reforzar la identidad culinaria de Salamanca. Incluye rutas gastronómicas, señalética, calendario de eventos, packs turísticos y un sistema de promoción conjunta entre hostelería, comercio y cultura.
Formación, profesionalización y colaboración con escuelas y centros de formación son también ejes esenciales del proyecto, que plantea un centro de formación permanente, programas de prácticas, bolsa laboral y alianzas estables entre empresa, educación y territorio.





















