Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950) ha recogido este martes el XXXIV Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana de manos de Su Majestad la Reina Doña Sofía. En la ceremonia, celebrada en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, han participado el rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado; la presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva; Susana Sumelzo, secretaria de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo; y María de los Ángeles Recio, secretaria del Premio.
De Cuenca confesó que el Premio Reina Sofía de Poesía constituye «el colofón de su libro de devoción por Su Majestad» y reconoció sentirse «completa y radicalmente feliz». «La consecución del mítico Premio de Poesía Iberoamericana que lleva vuestro augusto nombre ha desterrado por unas horas todo atisbo de tristeza en mi alma”, subrayó.
El escritor explicó que guarda «un recuerdo imborrable» de los ocho años, concretamente desde 1996 a 2004, en su calidad de director de la Biblioteca Nacional primero, y de secretario de Estado de Cultura después, tuvo la prerrogativa de acompañar a la Reina en todo tipo de actividades relacionadas con la cultura.
Durante su intervención, no faltaron los agradecimientos “tanto a la Universidad de Salamanca, «otra reina, en esta ocasión de las universidades españolas e iberoamericanas», y a Patrimonio Nacional, organismo público responsable de los bienes de titularidad del Estado. Asimismo, mostró su gratitud a Ediciones Universidad de Salamanca y al trabajo realizado por Javier Burguillo, profesor de Literatura Española en la alma mater salmantina, «estupendo mentor de este modesto Telémaco en la preparación del libro que acompaña siempre al Premio Reina Sofía, en este caso con la efigie en cubierta del Guerrero del Antifaz, mi héroe favorito, y con una versión en viñetas del poema La casa vacía, perteneciente a mi poemario Bloc de otoño, a cargo de esa estrella del cómic patrio que responde al nombre de Paco Roca».
Por su parte, el rector Juan Manuel Corchado destacó del galardonado “su actitud humanista al conjugar los saberes de las bibliotecas más eruditas con los del común de las gentes» y valoró la calidad de sus 17 libros de poesía, en la que encontramos «a sus amados griegos, a los viejos mitos latinos, pero también a Shakespeare, la princesa Leia, Humphrey Bogart o Tintín”, pero muy especialmente también en las muchas antologías que se han editado y reeditado en estas décadas. «A través de todos ellos, ha desarrollado una voz poética de gran personalidad, una poesía comunicativa que ha seducido a varias generaciones de lectores, también a los más jóvenes. Su tono irónico y a la vez melancólico, su estilo claro y preciso han hecho que algunas de sus obras, adaptadas a los nuevos tiempos, incluso musicalizadas, sean verdaderos fenómenos editoriales”, indicó en su intervención.
Finalmente, Corchado recordó que “la Universidad de Salamanca, junto a Patrimonio Nacional, lleva 34 años reconociendo a las voces líricas en lengua española y portuguesa”, y agradeció al premiado haber puesto, con sus versos, la banda sonora de nuestros días. «Muchas gracias, Luis Alberto, porque al mezclar tu vida con la de los personajes que palpitaban en tus queridas lecturas; al elevar el suceso cotidiano a una categoría mítica, literaria, nos has llevado contigo”.
Por su parte, para la presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva, “la poesía elegante” de Luis Alberto de Cuenca transita por la diversidad con absoluta comodidad. Integrante de aquella “generación del 68”, y subrayó la libertad como uno de los rasgos que más le definan. “Esa libertad le permite viajar entre la alta cultura y lo popular y evocar, con la misma naturalidad, a Gilgamesh y a Tintín, combinando elementos aparentemente contradictorios, gracias a su mirada irónica y posmoderna. Esa misma perspectiva le permite moverse entre la profundidad y la ligereza, entre el dolor y la alegría, para abordar en sus poemas casi todos los registros de la condición humana”, indicó en su intervención.
Premio y edición antológica
El Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana tiene por objeto premiar el conjunto de la obra poética de un autor vivo que, por su valor literario, constituya una aportación relevante al patrimonio cultural común a Iberoamérica y España. El premio, que se concede todos los años sin posibilidad de quedar desierto, está dotado con 42.000 euros, la celebración en la Universidad de Salamanca de un acto académico dedicado a la obra del galardonado, contando con la asistencia del mismo, y la edición de un volumen con una recopilación antológica de poemas del autor premiado, publicado por Ediciones Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional.



















