Doce metros cuadrados y una factura sin hora: así fue la comida de Mazón y Vilaplana

Aunque la factura arroja luz sobre el coste del encuentro —165 euros por dos menús concertados—, deja una laguna importante en la investigación
El otro escenario de la Dana: el reservado del Ventorro.

Un reservado de apenas 12,5 metros cuadrados. Esas son las dimensiones exactas del escenario donde el expresidente valenciano, Carlos Mazón, y la periodista Maribel Vilaplana compartieron mesa el pasado 29 de octubre, mientras la tragedia de la Dana comenzaba a desatarse sobre Valencia.

El restaurante ‘El Ventorro’ ha facilitado a la jueza de Catarroja tanto los planos como las fotografías de este espacio privado. El objetivo de la magistrada es claro: determinar si, dadas las reducidas dimensiones de la sala (4,43 metros de largo por 2,83 de ancho), era físicamente posible que la periodista escuchara las conversaciones telefónicas del presidente.

Testigos clave

La investigación se centra en averiguar qué escuchó Vilaplana. La jueza considera crucial saber si la periodista pudo oír las instrucciones o comentarios que Mazón intercambió por teléfono con Salomé Pradas, entonces consellera de Justicia e Interior y responsable de la gestión de la emergencia.

Para ello, la distribución del mobiliario es una pieza clave del puzle. Según los documentos aportados, la sala cuenta con:

  • Una mesa ovalada con cinco sillas.
  • Un sillón individual y un mueble bajo.
  • Dos ventanales de suelo a techo.
  • Un pequeño vestíbulo de acceso de unos seis metros cuadrados, que actúa como separación parcial.

Según declaró la propia periodista, la privacidad fue casi total: únicamente el dueño del restaurante entró en la estancia durante el servicio.

La incógnita del tiempo

Aunque la factura arroja luz sobre el coste del encuentro —165 euros por dos menús concertados—, deja una laguna importante en la investigación: no registra la hora de emisión.

Este detalle impide a la instructora establecer, basándose solo en el ticket, la duración exacta de la comida y el momento de salida. Tampoco se ha desglosado el contenido de los menús ni las bebidas consumidas.

Por tanto, para reconstruir la cronología de aquella tarde —desde la sobremesa hasta la salida conjunta al aparcamiento—, la jueza deberá apoyarse en los testimonios cruzados de la periodista, el dueño del local y los escoltas.

1 comentario en «Doce metros cuadrados y una factura sin hora: así fue la comida de Mazón y Vilaplana»

  1. Eso ya se sabía todas las impresiones llevan grabada la hora del toque por qué en este no aparece la fecha y hora de emisión el dueño del ventorro puede que esté intentando alguna maniobra rara la caja registradora tiene que estar actualizada no sabemos de cuando es el toque que entrega lo mismo había cama incluida en alguna parte

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