Incertidumbre en el sector por el brote de peste porcina en Cataluña

El Gobierno ha establecido un perímetro de seguridad de 20 kilómetros que implica el confinamiento preventivo de 39 granjas
Una piara de cerdos ibéricos. Imagen de Anne and Saturnino Miranda en Pixabay

El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha confirmado la «encapsulación» del foco de peste porcina africana detectado en la sierra de Collserola (Barcelona). Tras la aparición de seis jabalíes muertos, el Gobierno ha establecido un perímetro de seguridad de 20 kilómetros que implica el confinamiento preventivo de 39 granjas, aunque por el momento no se ha detectado ningún animal de explotación afectado.

El mensaje oficial se expresa en los siguientes términos:

  1. Tranquilidad sanitaria: Planas ha sido tajante al asegurar que no existe riesgo para la salud humana (no es una enfermedad que se transmita a las personas) y que el abastecimiento de carne en los mercados está garantizado.
  2. Prudencia económica: El verdadero campo de batalla está en el comercio exterior. El objetivo es minimizar el impacto en un sector vital que representa el 40% de la producción ganadera española.

Mercados internacionales

La detección del virus ya ha tenido consecuencias inmediatas: México ha suspendido las importaciones de carne de cerdo española y un tercio de los certificados de exportación a terceros países (fuera de la UE) se encuentran actualmente bloqueados.

Ante un negocio que mueve 8.800 millones de euros, la estrategia del Ministerio se basa en la «regionalización» para evitar un veto total a España:

  • En Europa: La prohibición de venta se limita estrictamente a la zona restringida de 20 km.
  • El caso clave de China: España busca activar el acuerdo firmado recientemente con el gigante asiático (que compra el 20% del porcino español). El objetivo es que Pekín aplique el veto solo a los productos procedentes del área afectada en Barcelona, manteniendo abierto el mercado para el resto de la producción nacional.

La crisis del porcino de un vistazo:

  • Control del foco y seguridad ciudadana: Se ha establecido un perímetro de seguridad de 20 km en Barcelona con 39 granjas confinadas, aunque el Gobierno garantiza que no hay riesgo de contagio para los humanos ni problemas de abastecimiento.
  • Freno a las exportaciones: La detección del virus ha tenido un impacto comercial inmediato, provocando la suspensión de compras por parte de México y el bloqueo de un tercio de los certificados de exportación a países fuera de la UE.
  • Estrategia de «regionalización»: El Ministerio negocia a contrarreloj para que grandes mercados como China apliquen el veto exclusivamente a la zona afectada y no castiguen a toda la producción porcina española.

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