Pedro Sánchez ha presentado este miércoles el Plan España Auto 2030, una ambiciosa hoja de ruta compuesta por 25 medidas y nuevas inyecciones millonarias, con el objetivo de que el coche eléctrico deje de ser un artículo de lujo y sea accesible para el bolsillo de las familias españolas.
«Tenemos que pisar el acelerador», ha reconocido el presidente, quien ha subrayado que sería un «error» no lograr precios competitivos que permitan a la clase media sumarse a la transición eléctrica. Para lograrlo, el Ejecutivo ha puesto sobre la mesa tres grandes partidas económicas que suman más de 1.200 millones de euros y cambios drásticos en la gestión de las subvenciones.
Adiós a la gestión autonómica: nace el ‘Plan Auto+’
La principal novedad para los compradores llegará en 2026 con el lanzamiento del Plan Auto+, dotado con 400 millones de euros. Este programa sustituirá al actual Plan Moves III (que finaliza este 31 de diciembre), pero con un cambio estructural clave: el Estado centralizará la gestión de las ayudas, retirando esta competencia a las comunidades autónomas.
Con esta decisión, el Gobierno busca solucionar uno de los grandes cuellos de botella del sistema actual: la disparidad de ritmos en los pagos. Al crear un fondo único gestionado centralmente, se pretende agilizar los trámites y garantizar la igualdad de oportunidades, evitando que las ayudas dependan de si una comunidad concreta ha agotado o no sus fondos antes que otra.
Contra las «zonas sombra» y la burocracia
Sánchez ha admitido una realidad que frena a muchos conductores: «De nada sirve un coche más barato sin una infraestructura de recarga». El presidente ha reconocido que en España «falta infraestructura y sobra burocracia».
Para remediarlo, se activará el Plan Moves-Corredores, con un presupuesto de 300 millones de euros. Su misión será llevar puntos de recarga a las denominadas «zonas sombra» (áreas y carreteras actualmente desconectadas) para asegurar la viabilidad de los viajes largos. Además, el Ejecutivo se ha comprometido a reducir drásticamente el papeleo necesario para la instalación de estos puntos, facilitando la expansión de la red.
Blindar la industria frente a China
El tercer pilar del plan mira hacia las fábricas y la competencia internacional. Acompañado por los ministros Sara Aagesen (Transición Ecológica) y Jordi Hereu (Industria), Sánchez ha anunciado una inyección extra de 580 millones de euros para el Perte VEC.
El mensaje es claro: para competir con mercados agresivos como el chino, la única vía es la innovación y la calidad. El objetivo de esta partida es asegurar que España mantenga su estatus como segundo fabricante de vehículos de Europa y noveno del mundo, apostando por sellos de calidad «made in Spain» que garanticen el futuro del sector.
