Adiós a Silvestre Sánchez Sierra

Simpático, entregado, trabajador, cariñoso, salmantino hasta la médula. Así y muchas cosas más era Silvestre Sánchez Sierra, uno de los grandes empresarios de hostelería
Silvestre Sánchez Sierra, en El pato rojo. Fotografía. Pablo de la Peña.

Simpático, entregado, trabajador, cariñoso, salmantino hasta la médula. Así y muchas cosas más era Silvestre Sánchez Sierra.

Adiós a uno de los empresarios que más ha llevado el nombre de Salamanca por bandera, tanto es así que uno de sus restaurantes en Barcelona se llama así.

Tuvimos la suerte de encontrarnos con él en El Pato Rojo, uno de los negocios que tenía el empresario en Salamanca, en una de sus últimas entrevistas. Fue en abril de este año y estaba pasando unos días en Salamanca. Así hablaba de su tierra. «Para mí, Salamanca es mi vida, mi caminar, la ilusión… Tengo 88 años, salí de esta bendita tierra siendo casi un niño, de Aldearrodrigo, hijo de una familia sencilla, de campo. Mi padre era pastor y me enseñó lo que sé. Cuando decidí salir de Salamanca, fui llorando todo el camino. Los siguientes años, la he llevado en mi corazón y sentimientos».

Se sentía querido en Salamanca. «No tendré palabras, ni corazón para poder corresponder al cariño, atención que Salamanca tiene conmigo. Me he comportado todo lo mejor que he podido. He entregado mis sentimientos, trabajo y forma de ser a Salamanca. Ahora, me encuentro comprometido con Salamanca, porque son muchas las atenciones que tienen conmigo».

Desde el Ayuntamiento de Salamanca lamentan el fallecimiento del empresario y filántropo salmantino Silvestre Sánchez Sierra, distinguido con la Medalla de Oro en el año 2009 y pregonero de las Ferias y Fiestas en el año 2007, por una brillante trayectoria profesional fruto de una fuerte convicción por el esfuerzo y el trabajo desde que era un niño.

Nacido en 1937 en el municipio de Aldearrodrigo, ha llevado toda una vida dedicada al mundo empresarial, ligado principalmente al sector de la restauración, donde ha conseguido labrarse una excelente reputación en la ciudad de Barcelona, regentando varios restaurantes.

Y para los que acaban de emprender un negocio o para los que lo estén pensando, aquí va un consejo de uno de los grandes: «Emprendes un negocio y si tienes cuatro ‘perras’ (dinero) te las come. Tienes que ponerle mucho empeño, entrega, trabajo, sacrificio… y si haces esto, tendrás la recompensa de subir un poco. Lo que no se puede hacer es: ‘Oye: ¡qué es viernes! ¡qué es sábado! ¡qué es domingo! ¡qué son las ocho horas!’ No, eso no vale, hay que estar dispuesto a ser una persona trabajadora, sin matarse, pero hay que trabajar con limpieza, honradez, sencillez… siendo humano y buen gestor. Hay que ayudar al semejante en lo que puedas. Eso es muy importante para poder triunfar en la vida. Si no es así, no te metas. Sobre todo, si quieres estar de fiesta el sábado, el domingo, el lunes… no te metas. Y en Barcelona tenéis un amigo que os recibirá con los brazos abiertos. Salamanca, Salamanca, Salamanca…».

Desde La Crónica de Salamanca nuestro más sentido pésame a los familiares y amigos de uno de los nuestros.

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