Vivir es saber elegir, encontrar lo bueno de cada cosa. Elegir con libertad y, entre dos males, no elegir ninguno. Nuestro destino no está marcado, lo vamos forjando poco a poco, de ahí lo importante que es escoger bien. Si no eliges no avanzas y sin saber a dónde vas es imposible llegar. A tod@s deseo elijan con acierto y no se cansen de rectificar si se equivocan. Y ya saben, somos lo que escogemos ser, aunque esfuerzo hay que poner.
El futuro comienza en el presente, prever un escenario favorable anima y hacer lo que se debe, que se cumpla. Hay tanto que elegir que a veces nos hace dudar de que seamos capaces de acertar. Con tanto de tanto, equivocarse produce frustración. Obligado es aprender a valorar las posibilidades que se nos ofrecen en un mundo cada vez más complejo y variable. A tener en cuenta es que escoger algo supone descartar mucho.
Saber elegir nos condiciona. La vida de cada uno es la suma y resta de lo que se escoge y desecha en el transcurrir de la existencia. Por mí, elíjase con audacia, rigiéndose por el propio criterio y no dejarse atrapar en lo “seguro” por comodidad. Por lo demás, y en defensa del pequeño comercio, bueno es elegir que se mantenga su presencia, apoyarlos comprando en ellos y resaltar su importancia para la economía local y el empleo. Ser autónomo no es fácil, estar de su parte, sí.
Licenciado en Geografía e Historia, exfuncionario de Correos y escritor
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Lluvia de cenizas (2021)
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