Arpa, guitarra y flauta sonaron en la iglesia de Santo Tomas de Cantuariense gracias a los alumnos del Conservatorio Profesional de Música de Salamanca, concierto que se enmarca dentro de la programación de ‘Los Miércoles en Santo Tomas’.
El programa reunió a intérpretes de todas las edades, desde niños que llevan apenas unos meses aprendiendo a tocar su instrumento hasta estudiantes con diez años de experiencia. Fue una tarde especial, marcada por la ilusión de los jóvenes músicos y la calidez del público que llenó el templo.
Aprender a tocar un instrumento requiere tiempo y esfuerzo, pero también una gran sensibilidad, como reflejó cada una de las actuaciones de la tarde.
Los más pequeños demostraron su entusiasmo afrontando sus primeras interpretaciones en público con valentía y una seriedad llamativa en niños tan pequeños.
Los alumnos más avanzados ofrecieron obras más complejas y llenas de matices, mostrando así su dominio del instrumento, fruto de años de esfuerzo y estudio. La variedad de interpretaciones puso en valor el talento y la entrega que implica la formación musical.
La iglesia de Santo Tomás Cantuariense, con su gran belleza arquitectónica y su atmósfera solemne, se convirtió en un marco perfecto para el concierto. Sus antiquísimos muros aportaron un encanto especial al evento.
Los familiares y amigos que acompañaron a los jóvenes músicos llenaron el espacio de apoyo y cariño, reforzando el significado de la actuación para los intérpretes.
El encuentro concluyó con un pequeño dulce compartido entre asistentes e intérpretes. A pesar del frío intenso de la jornada, que dificultó la ejecución de las piezas, los alumnos ofrecieron un rendimiento admirable, tocando con entrega y superando las condiciones adversas. Un concierto que, sin duda, merece reconocimiento por el esfuerzo y la emoción que regalaron a todos los presentes.
Por. Elena Vecillas.
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El programa que interpretaron.























