La Guardia Civil ha detenido este miércoles a Leire Díez, exmilitante del PSOE, y a Vicente Fernández Guerrero, quien fuera presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Ambos están acusados de presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos públicos. Según fuentes de la investigación, Díez ya ha sido trasladada a las dependencias de la Comandancia de Tres Cantos (Madrid).
Una nueva causa bajo secreto Estas detenciones son el resultado de una nueva investigación, declarada secreta, que lidera el juez de la Audiencia Nacional Antonio Piña con el apoyo de la Fiscalía Anticorrupción. Las pesquisas se centran, entre otros aspectos, en Servinabar, una empresa vinculada al ‘caso Cerdán’ en la que Fernández Guerrero trabajó durante dos años.
Los frentes abiertos de Leire Díez Para Leire Díez, exlíder socialista en el municipio cántabro de Vega de Pas, este no es su primer choque con la justicia. Actualmente enfrenta otra causa en un juzgado de Madrid por cohecho y tráfico de influencias. Se le investiga por presuntas maniobras para desacreditar a altos mandos de la Guardia Civil y de la Fiscalía buscando «trapos sucios».
Aunque en su declaración del pasado noviembre Díez aseguró que sus movimientos eran parte de una investigación personal sobre las «cloacas del Estado», su nombre saltó a la prensa tras revelarse audios donde pedía información sensible a un empresario implicado en el ‘caso Hidrocarburos’, una trama que salpica a figuras como Víctor de Aldama y Koldo García.
El revés judicial de Fernández Guerrero El arresto de Vicente Fernández Guerrero resulta especialmente llamativo por el momento en que se produce: hace tan solo una semana fue absuelto del ‘caso Aznalcóllar’. Aquella imputación provocó su dimisión como presidente de la SEPI en 2019, pero la Audiencia de Sevilla dictaminó recientemente que no hubo pruebas de amaño en el concurso de la mina sevillana. Ahora, sin embargo, vuelve a estar en el foco de la Audiencia Nacional.
