El mundo de la cultura iberoamericana pierde hoy a uno de sus referentes más queridos y respetados. El actor Héctor Alterio (Buenos Aires, 1929) ha fallecido este sábado a los 96 años, según ha confirmado su familia. El intérprete, nexo fundamental entre el cine y el teatro de España y Argentina, se ha marchado en paz tras una vida «larga y plena» dedicada a las artes escénicas.
Según ha informado la productora Pentación Espectáculos, el actor ha fallecido esta mañana rodeado de los suyos. A pesar de su avanzada edad, Alterio mantuvo su vocación intacta hasta el final, permaneciendo activo profesionalmente hasta sus últimos días. De hecho, su despedida de las tablas ha sido reciente, con la gira de Una pequeña historia, un texto de tintes autobiográficos con el que cerró el círculo de una carrera que comenzó en 1948.
Un exilio que se convirtió en hogar
Aunque Alterio fue una figura clave en la renovación de la escena argentina en los años 60 —fundando la compañía Nuevo Teatro y trabajando con directores como Leopoldo Torre Nilsson—, su historia está íntimamente ligada a España.
En 1975, el actor se vio forzado a abandonar Argentina debido a amenazas de muerte, instalándose en un país que lo acogió con los brazos abiertos. Lejos de ser un paréntesis, su etapa española se convirtió en una segunda vida artística. Se ganó el respeto de la crítica y el cariño del público participando en películas fundamentales de la Transición y la democracia, como Cría cuervos (Carlos Saura), Pascual Duarte (Ricardo Franco) y Asignatura pendiente (José Luis Garci).
Legado imborrable
Su filmografía es un recorrido por la historia del cine en español. Alterio deja para la posteridad títulos imprescindibles como la argentina La tregua (1974), que hizo historia al ser nominada al Oscar a mejor película extranjera, o la inolvidable El hijo de la novia (2001).
El reconocimiento a su maestría fue constante a lo largo de su vida. Entre sus múltiples galardones destaca el Goya de Honor que recibió en 2004, un momento especialmente emotivo al ser entregado por sus hijos, Malena y Ernesto Alterio, quienes han heredado su talento y pasión por la interpretación. Su país natal también le rindió tributo con el Cóndor de Plata y, más recientemente en 2023, con un gran homenaje en el Centro Cultural Kirchner de Buenos Aires.
Las reacciones a su fallecimiento han comenzado a sucederse, incluyendo la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha destacado la «huella imborrable» y la humanidad que el actor imprimió en cada uno de sus trabajos en cine, teatro y televisión.




















