Castilla y León cerró el tercer trimestre de 2025 con una deuda de 14.523 millones de euros, un 3,7 por ciento más que los 14.006 millones del año pasado por las mismas fechas. No obstante, la cuantía de este año equivale al 18,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), cuatro décimas menos que hace un año por efecto del crecimiento de la economía, de acuerdo con los datos del Banco de España publicados este lunes.
Asimismo, el dato porcentual de la Comunidad es 1,7 puntos porcentuales inferior a la media autonómica del 20,4 por ciento. “La adecuada gestión presupuestaria y financiera ha permitido controlar su nivel de deuda sin menoscabo de la calidad de los servicios públicos que presta”, defendieron desde el Ejecutivo regional.
Las mismas fuentes destacaron que la aportación de Castilla y León al endeudamiento global de las autonomías españolas es “reducida”, de acuerdo con los datos facilitados esta mañana por el organismo regulador. En concreto, al finalizar el tercer trimestre de 2025 suponía el 4,29 por ciento del total de las comunidades, contabilizado en 338.804 millones de euros, informa Ical.
En el cálculo del volumen de deuda autonómica el supervisor bancario incluye los créditos reintegrables que la Administración de la Comunidad concede a las empresas, cuantificados en 198,5 millones de euros, así como el llamado ‘factoring sin recurso’ –créditos comerciales con la administración cedidos a entidades financieras–, que añade 206,7 millones de euros y también el endeudamiento asociado a proyectos de colaboración público-privada por 235,4 millones de euros.
El análisis de la estructura de la cartera de endeudamiento de Castilla y León en términos SEC 2010 (Sistema Europeo de Cuentas), atendiendo a quiénes son los prestamistas, revela que, al cierre del tercer trimestre de 2025, el mayor importe corresponde a las emisiones de deuda pública, que representan el 23,4 por ciento, con 3.400 millones de euros. La deuda con el Fondo de Facilidad Financiera es de 1.384,7 millones de euros –en concreto, el 9,5 por ciento- correspondiente al préstamo concertado en 2020.
Como prestamistas relevantes figuran también las entidades financieras multilaterales, como son el Banco Europeo de Inversiones y el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa, con 1.517,2 millones de euros, un 10,4 por ciento de la deuda de la Comunidad.
Por otro lado, el 95,5 por ciento del endeudamiento castellano y leonés estaba concentrado en la Administración General, frente al 4,5 por ciento de universidades, organismos autónomos, entes públicos de derecho privado y empresas públicas, entre otros.
Respecto al vencimiento, el 98,5 por ciento de la deuda viva de la Comunidad está formalizada a largo plazo frente al 1,5 por ciento a corto plazo, lo que minimiza los riesgos de refinanciación. Asimismo, el 67,2 por ciento está concertado a tipo de interés fijo y el 32,8 por ciento a interés variable, un reparto que permite mitigar el efecto de subidas del Euribor, y además, está suscrita en euros en su totalidad.
“Este moderado nivel de endeudamiento, junto a la buena gestión presupuestaria y financiera, déficits anuales contenidos y la buena accesibilidad a los mercados”, indicaron desde la Junta, han llevado a la agencia Moody’s a tomar la decisión de mejorar la calificación de la solvencia de Castilla y León el pasado mes de septiembre, elevándola hasta A3, la máxima nota posible para las Comunidades de régimen común e idéntica al rating del Reino de España.




















