Sánchez, destino 2027

El presidente se reivindica frente a los escándalos y el "ruido": "Buscaremos votos hasta debajo de las piedras para seguir avanzando"
Pedro Sánchez, este lunes.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cerrado el año político con un mensaje de resistencia. Lejos de amilanarse ante un contexto que él mismo reconoce como «difícil», el presidente del Gobierno ha comparecido en La Moncloa para exhibir «determinación y energía». Su objetivo es claro: agotar la legislatura y continuar con su agenda progresista, pese a los casos de corrupción y acoso sexual que han golpeado al PSOE y a la ofensiva de una oposición que califica de «ultra y destructiva».

El jefe del Ejecutivo no ha esquivado los temas más espinosos. Ha admitido que se han cometido «errores» dentro de sus filas, pero ha trazado una línea roja ética para diferenciarse del Partido Popular. Según Sánchez, mientras el PSOE actúa con «contundencia y transparencia» y no duda en colaborar con la justicia, la derecha responde con «connivencia y opacidad».

Sobre las denuncias de acoso sexual, ha dejado una reflexión clave: «Ser feminista no te hace infalible». Sin embargo, ha insistido en que su partido aplica tolerancia cero, a diferencia de PP y Vox, a quienes ha acusado de hipocresía por dar lecciones morales mientras votan en contra de los derechos de las mujeres. También ha respondido a las críticas sobre su confianza en figuras ahora cuestionadas (como el exministro Ábalos), lanzando un dardo directo a Feijóo: «Se conoce más a una persona subiendo a un yate [en referencia a Marcial Dorado] que compartiendo mesa en el Consejo de Ministros».

Transporte y vivienda

En el plano de la gestión, Sánchez ha presentado su informe de rendición de cuentas (‘Cumpliendo’) presumiendo de datos económicos y paz social. Entre las novedades, ha anunciado la creación de un abono único de transporte para toda España y ha confirmado gestiones diplomáticas para que Cataluña y País Vasco tengan representación propia en organismos como la UNESCO.

No obstante, ha reconocido que la vivienda sigue siendo el gran talón de Aquiles de su mandato. El presidente ha culpado a las comunidades autónomas gobernadas por el PP de bloquear la aplicación de la Ley de Vivienda por puro «partidismo», instándolas a «tomar partido» para solucionar la crisis de precios.

Estabilidad del Gobierno y hoja de ruta

De cara al futuro inmediato, Sánchez ha descartado una crisis de Gobierno profunda. Solo se prevén los relevos obligados de Pilar Alegría y María Jesús Montero para competir en las elecciones autonómicas. Ha defendido la salud de la coalición con Sumar y ha confirmado que retomará el diálogo con sus socios parlamentarios, incluida una reunión con el líder de ERC, Oriol Junqueras.

El mensaje final a la ciudadanía ha sido de optimismo combativo: Sánchez asegura que a los españoles «les renta» este Gobierno y promete que negociará cada ley con tenacidad, buscando apoyos «hasta debajo de las piedras» para evitar que un hipotético gobierno de PP y Vox frene los avances sociales.

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