La Policía Local de Salamanca desplegará este jueves, día 18 de diciembre, -durante todo el día y la madrugada del viernes-, un amplio dispositivo de vigilancia y seguridad con motivo de la celebración del Fin de Año Universitario que, al igual que en ediciones anteriores, este operativo incidirá de manera especial en la Plaza Mayor y sus entornos. También en el casco histórico y en las ubicaciones donde tendrán lugar los distintos acontecimientos relacionados con este evento, como en el entorno del Multiusos Sánchez Paraíso.
Según lo acordado este martes en la Junta Local de Seguridad celebrada como consecuencia de esta fecha, en todos los accesos a la Plaza Mayor se realizarán inspecciones y controles intensivos de seguridad. Asimismo, en cuanto al tráfico rodado, en el interior y el entorno de la primera vía de ronda de la ciudad, controles de alcoholemia y drogas a los conductores.
Por otro lado, en las calles y corredores peatonales de acceso a los lugares de la celebración del Fin de Año Universitario se llevarán a cabo controles e inspecciones policiales con la finalidad de garantizar la seguridad y evitar al mismo tiempo el consumo indiscriminado de alcohol en la vía pública.
En este contexto, el operativo municipal tratará de asegurar que este acto multitudinario, en el que se prevé, -como cada año-, la participación de decenas de miles de personas, -en su mayoría jóvenes-, transcurra en un ambiente festivo pero con las máximas garantías de tranquilidad, los mínimos riesgos y sin incidentes.
En esta ocasión, al no retirarse el árbol navideño ubicado en la Plaza Mayor, se instalará un doble vallado para protegerlo; el primero de ellos con vallas ‘antipánico’ y un segundo con mayor altura. Asimismo, habrá cuatro auxiliares de control de accesos, que estarán en permanente coordinación con bomberos y Policía Local.
Controles especiales de acceso a la Plaza Mayor
Puesto que la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca es quien organiza el evento, dispondrá del correspondiente servicio de seguridad y control de accesos a la Plaza Mayor. Dicho controles de entrada, bajo la supervisión de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, comenzarán a efectuarse desde primera hora de la tarde, permaneciendo abiertos al tránsito de personas los accesos peatonales.
De este modo, no podrán introducirse bolsos, mochilas o maletines que excedan de las dimensiones 60x30x15 centímetros ni objetos contundentes o susceptibles de ser utilizados de forma peligrosa o violenta. También se prohíben petardos, bengalas, tracas y material pirotécnico en general además de objetos cortantes. Tampoco estará permitida la entrada de envases de vidrio, botellas, latas y elementos similares así como pancartas, sábanas, mástiles o palos. Toda esta información se mostrará debidamente en carteles ubicados en los accesos al recinto.
Al igual que en ediciones anteriores, se habilitarán las correspondientes salidas de emergencia y evacuación. Las mismas estarán debidamente señalizadas sobre los arcos con cartelones con la indicación de ‘SALIDA’. Los residentes y clientes con reserva en alguno de los establecimientos ubicados en la Plaza Mayor tendrán garantizado el acceso por las siguientes entradas: calles Toro, plaza del Poeta Iglesias, plaza del Corrillo, Prior y Concejo.
A la Plaza Mayor solo podrá acceder un máximo de 18.500 personas. No obstante, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad podrán interrumpir en cualquier momento la entrada al recinto por razones de seguridad pese a que no se hubiera completado el aforo previsto o por cualquier otro motivo que pusiera en peligro la integridad de las personas y los bienes.
Por otro lado, los agentes de la Policía Local se ubicarán en todo el perímetro de la Plaza Mayor con la finalidad de garantizar la seguridad de los asistentes y de impedir el consumo de alcohol en el ágora. Además, otro grupo de agentes se situará en las balconadas para obtener en todo momento una visión global y precisa del número de participantes en el evento y evitar posibles avalanchas y riesgos de características similares.
Todos los sistemas de videovigilancia, así como las cámaras y los dispositivos de grabación y control de tráfico existentes en toda la ciudad estarán plenamente operativos y en funcionamiento. Todos estos sistemas estarán operativos, no solo en la Plaza Mayor, sino en sus entornos.
Asimismo, se recomienda a todas las personas que asistan a esta celebración que tengan cuidado con sus pertenencias, -de manera concreta con sus teléfonos móviles-, tras detectar en las últimas ediciones la presencia de personas dedicadas a sustraer estos dispositivos.
Operativo coordinado
El operativo especial de vigilancia y seguridad dedicado al Fin de Año Universitario estará integrado por la Policía Local, la Policía Nacional y la Guardia Civil. También colaborarán el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de Salamanca, la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil, Sacyl, Cruz Roja y responsables de la propia organización del evento.
Los agentes de la Policía Local contarán con el apoyo de vehículos-patrulla y las unidades móviles de vigilancia al objeto de conformar el dispositivo que garantizará esta reunión multitudinaria con las máximas condiciones de seguridad.
Cabe destacar que los tres cuerpos policiales efectuarán de manera coordinada controles preventivos durante todo el día y durante toda la noche. Con este despliegue, se pretende asegurar el desarrollo normalizado de esta concentración que cada año tiene lugar en la ciudad de Salamanca y en el que los jóvenes festejan por anticipado la llegada del nuevo año antes de regresar a sus lugares de procedencia.
Puestos de socorro y emergencia
Los puestos sanitarios de socorro y emergencia estarán situados en el pasaje de la Caja de Ahorros, -que estará cerrado al tránsito peatonal-, y en la plaza del Poeta Iglesias, donde se atenderán los percances y contingencias que pudieran producirse. Estos espacios asistenciales serán visibles gracias a la colocación de unas banderolas especiales que indicarán su ubicación exacta.
El operativo sanitario preventivo correrá a cargo de Cruz Roja, que junto con los equipos médicos y de enfermería movilizará los servicios técnicos sanitarios necesarios.
El Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento desplazará dos dotaciones completas con autobombas. La primera de ellas se ubicará en la plaza del Poeta Iglesias, mientras que el segundo vehículo se situará en la calle Zamora. Por su parte, la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil colaborará en la zona de reservada para personas con movilidad reducida.
Asimismo, tanto el servicio municipal de Mantenimiento como el servicio de Grúa estarán movilizados en las plazas del Poeta Iglesias y de Los Bandos, -respectivamente-, para atender cualquier eventualidad que pudiera producirse.
Por otro lado, la Policía Local cursará instrucciones a los establecimientos de hostelería adheridos a la celebración del Fin de Año Universitario para que extremen sus propias medidas de seguridad, limitando el mobiliario en el interior de los mismos, revisando y poniendo al día los extintores y habilitando las salidas de evacuación o emergencia, evitando así que se superen los aforos máximos permitidos en cada caso.
Cortes y regulaciones de tráfico
Las personas residentes que deban acceder a los garajes en los entornos de San Juan de la Cruz, San Pablo y San Justo, podrán hacerlo, preferentemente, por la calle Varillas. Por otra parte, para los garajes de las calles Íscar Peyra y calles Espoz y Mina y Prado, podrán hacerlo, preferentemente, a través de la calle Ancha, plaza de Las Agustinas y calle Prior, o a través de la Cuesta del Carmen.
Por otro lado, es recomendable que los conductores y los ocupantes de los vehículos que accedan a la ciudad para disfrutar de esta celebración utilicen los aparcamientos en superficie, especialmente los ubicados en la avenida de San Agustín, -en las inmediaciones de las carreteras de Valladolid y Fuentesaúco-, en la zona de las Bernardas (avenida de la Aldehuela), en el barrio de Huerta Otea (calle Henry Collet) y en la calle La Radio, en los que además será posible el descanso antes de emprender el viaje de vuelta.
Controles preventivos de alcohol y drogas
Es preciso insistir en que los controles preventivos de alcohol y drogas por parte de la Policía Local y la sección de Tráfico de la Guardia Civil serán efectivos tanto en las entradas como en las salidas de la ciudad. En las calles del casco urbano y en las avenidas de la primera vía de ronda, los agentes locales efectuarán controles preventivos y sistemáticos de alcohol y drogas, procediendo a la inmovilización de los vehículos en caso de que cuyos conductores ofrecieran niveles positivos en alcohol o en las distintas sustancias estupefacientes analizadas.
Las patrullas de la Policía Local reforzarán las tareas de vigilancia con el fin de evitar el consumo de bebidas alcohólicas en las vías públicas, plazas y parques. En estas zonas, especialmente en los parques y jardines del centro de la ciudad, se reforzará la presencia policial para intervenir las bebidas alcohólicas susceptibles de ser consumidas en la vía pública.
Después de las campanadas, los agentes locales velarán por la seguridad y el descanso de los vecinos, evitando el consumo fuera de los establecimientos públicos autorizados con la aplicación de las medidas indicadas.
Refuerzo del servicio de limpieza
Como en años anteriores, el Ayuntamiento de Salamanca pondrá en marcha un servicio especial de limpieza desde las 22:30 horas del día 18 a las 13:00 horas del día 19 de diciembre. De este modo, se reforzará el personal y la maquinaria con 136 personas y 41 vehículos como barredoras, fregadoras, baldeadoras y camiones de recogida. Además, se instalarán 15 contenedores en las entradas y salidas a la Plaza Mayor, así como 22 baños portátiles gratuitos en la plaza del Mercado. 25 operarios y cinco conductores de vehículos se encargarán a partir de las 01:00 horas de la noche de la limpieza de la Plaza Mayor y alrededores una vez haya concluido el espectáculo.





















1 comentario en «Imponente dispositivo de seguridad diseñado para el Fin de Año Universitario»
Una ciudad al servicio de un negocio privado
Salamanca volverá a paralizarse para el llamado Fin de Año Universitario. Una vez más, se moviliza toda una ciudad —policía local, nacional, guardia civil, bomberos, protección civil, sanitarios, servicios de limpieza, mantenimiento, grúas y voluntarios— para garantizar el desarrollo de un evento que no es público ni institucional, sino organizado por la Asociación de Empresarios de Hostelería. Es decir, un evento privado que genera beneficios económicos para unos pocos mientras los costes recaen, en gran medida, sobre el conjunto de la ciudadanía.
El despliegue descrito resulta desproporcionado: controles masivos, cortes de tráfico, vallados, restricciones de acceso, videovigilancia total, refuerzos sanitarios y un operativo de limpieza con más de un centenar de trabajadores y decenas de vehículos. Todo ello para atender a decenas de miles de personas que, en su mayoría, no residen en la ciudad y que vienen a consumir durante unas horas para después marcharse. El mensaje implícito es claro: Salamanca se convierte por un día en un parque temático del ocio, sacrificando la vida cotidiana, el descanso de los vecinos y el uso normal del espacio público.
Resulta especialmente preocupante que se normalice que un evento privado colonice la Plaza Mayor, el principal espacio simbólico y ciudadano de Salamanca, con controles de acceso, aforos cerrados y normas propias de un recinto privado. Los vecinos deben adaptarse, justificar su entrada e incluso ver limitado su derecho a circular libremente por su propia ciudad, mientras el negocio fluye para terceros.
Además, aunque se hable de “ambiente festivo”, la necesidad de un despliegue tan extraordinario evidencia que el modelo está agotado. Si hacen falta miles de horas de trabajo policial, controles de alcohol y drogas por toda la ciudad, puestos sanitarios de emergencia y un operativo de limpieza de dimensiones casi excepcionales, quizá el problema no sea la seguridad, sino el propio evento y su planteamiento.
Todo esto plantea una pregunta incómoda pero necesaria: ¿quién gana y quién paga? Ganan unos pocos sectores económicos concentrados en el centro. Pagan los vecinos con molestias, impuestos, saturación de servicios y pérdida del espacio público. Y lo más grave es que se presenta como algo inevitable, casi como un orgullo de ciudad, cuando en realidad es una cesión clara de recursos públicos a intereses privados.
Movilizar toda una ciudad para que otros se lleven el dinero no es motivo de celebración. Es, sencillamente, una vergüenza. Salamanca merece un debate serio sobre el uso de sus espacios, sus recursos y el modelo de ciudad que se está construyendo. Porque una ciudad no debería ponerse en pie de guerra para sostener un negocio que no es de todos.