¿Turrón blando o turrón duro? Quienes rechazan la segunda opción de este dulce típicamente navideño porque lo consideran demasiado compacto, firme o incómodo de masticar quizá mantienen su postura porque no han probado el que se hace en nuestra provincia, concretamente en La Alberca, el pueblo donde hay turrón todo el año.
Para muchos salmantinos, la llegada de las turroneras a los soportales externos de la Plaza Mayor simboliza el inicio de la temporada navideña. Y ellas lo saben. Llevan años, más bien generaciones, ofreciendo este producto típico en sus puestos de la capital, y este año cuentan a La Crónica de Salamanca por qué su turrón es tan diferente al de los supermercados, e incluso a los que comercializan las marcas más publicitadas. Y es que el suyo tiene algo único.
“Es una receta tradicional heredada de padres a hijos” que contiene como ingredientes miel, pero “no cualquiera”, sino la que se recolecta en la zona de la Sierra de Francia; almendras de Las Arribes, clara de huevo y “un poquito de azúcar”, detalla Emilia, una de las vendedoras -al mismo tiempo productoras- de este dulce albercano.
Existe, además, otra versión, que se obtiene sustituyendo las almendras por nueces, muy abundantes en esta época del año. En cualquier caso, siempre se utilizan “productos autóctonos, que es lo que hace que el turrón de La Alberca sea especial”, explica orgullosa Emilia, cuya bisabuela trabajaba ya en el negocio.

La clave de su textura suave
A diferencia de versiones de turrón duro de almendra demasiado rígido, el de La Alberca se caracteriza por una textura más agradable. Y todo se debe a un ingrediente clave, la miel, que “hace que el turrón sea tierno”. El azúcar, sin embargo, lo endurece, asegura Emilia. Otra de las turroneras, Ana, confirma la misma teoría: “El ingrediente principal es la miel”, ratifica.
Ambas representan a dos de las tres empresas turroneras de la localidad. Se trata de negocios familiares y su relevo generacional aún está por confirmar. “Yo quiero pensar que sí lo habrá. Es difícil, sí, pero no imposible, porque nunca se sabe lo que nos va a deparar la vida”, cuenta Ana.
Artesanal y hecho “con cariño”
Ella destaca otro componente clave para que estos turrones tengan tanto renombre, algo que solo permiten los procesos artesanales. “Todo lo que se hace con cariño, al final triunfa”, desvela.
Entre septiembre y octubre, los productores de turrón de La Alberca intensifican su producción con miras a la campaña navideña, durante la que fabrican unos 4.000 kilos. Su turrón, además, está a la venta en el pueblo en cualquier época. Más que algo exclusivo de esta época es un producto típico del pueblo, ya de por sí con gran renombre turístico. “El turrón de La Alberca es el único que se come los 365 días del año”, enfatiza Emilia.

“Quien lo prueba lo compra”
Los puestos de turrones de La Alberca, que ofrecen también frutos secos, almendras garrapiñadas, polen o miel, entre otras viandas de temporada con matiz navideño, tienen clientes tanto locales como foráneos.
“El público salmantino nos recibe con los brazos abiertos porque considera que, cuando llegamos, llega también el ambiente navideño”, relata Emilia. Los turistas “prueban, les gusta y repiten”. Ana también reconoce que “el público de Salamanca nunca falla” y confirma que quienes están de paso por la ciudad se acercan siguiendo la recomendación de la Oficina de Turismo de Salamanca y, “evidentemente, quien lo prueba lo compra”, reafirma.
Detalla que, de entre su surtido en la Plaza Mayor, “lo que más se vende es el turrón” y, en seguro lugar, la miel, porque “la de nuestra zona es muy buena”. Ella ya venía a Salamanca desde su pueblo con su abuela cuando tenía 15 años, y vende su producción en la capital desde los 24 (ahora tiene 49).
Así combaten el frío charro
Estas profesionales pasan muchas horas de pie tras sus puestos de venta. El truco para no pasar frío, según Emilia, “arroparse bien con buenas capas de ropa de montaña”.
Las turroneras estarán hasta el 24 de diciembre en la capital, por lo que quienes quieran aprovechar para enriquecer sus mesas de estas fechas con estos tesoros para el paladar, están a tiempo de adquirirlos hasta el día previo a Navidad, con el fin de que, como en casa de Emilia y Ana, esta delicia nunca falte para endulzar los fiestas con turrón de almendra, pero ‘del bueno’: el de La Alberca.


















