Una investigación de The New York Times ha arrojado luz sobre los inicios del imperio del pederasta Jeffrey Epstein, situando a varias familias de la alta burguesía española —entre ellas la de Ana Obregón— como piezas fundamentales en el ascenso del financiero estadounidense.
Según el diario neoyorquino, el origen del prestigio y la riqueza de Epstein no fue el azar, sino el éxito de una operación financiera realizada a principios de los años 80.
El encargo que lanzó su carrera
En 1982, tras la quiebra fraudulenta de una firma de bolsa, diversas familias españolas con grandes patrimonios contrataron a un joven Epstein, entonces consultor, para localizar y recuperar millones de dólares perdidos. El éxito de esta misión no solo le reportó comisiones millonarias, sino que le abrió las puertas de una red internacional de clientes de élite y le otorgó el estatus de «mago de las finanzas».
El vínculo con Ana Obregón
La investigación sitúa este episodio en la época en la que la actriz residía en Nueva York para estudiar interpretación. Aunque Obregón siempre ha negado una relación sentimental con el financiero, los detalles de su vínculo han vuelto a la superficie:
- El «ángel de la guarda»: En sus memorias publicadas en 2012, Obregón se refería a él afectuosamente como «Jeff» y lo describía como una figura protectora y perfecta durante su estancia en EE. UU.
- Negativa de romance: Pese a que el New York Times señala que ambos mantuvieron un noviazgo en aquella época, la biografía de la actriz sostiene que, aunque fue un apoyo fundamental, nunca llegó a enamorarse de él.
Un caso que sigue bajo presión
Este nuevo capítulo español de la trama Epstein aparece en un momento de máxima tensión en Estados Unidos. Mientras se desvelan las raíces de su fortuna e influencia, crece la presión política para que la Casa Blanca desclasifique la totalidad de los archivos vinculados al caso, con el fin de conocer el alcance real de su red de abusos y contactos internacionales.




















