Hay una hostelería salmantina que apuesta por el rico patrimonio

La asociación Hostelería Charra advierte que la Nochevieja Universitaria es un perjuicio para gran parte del sector, "mientras los beneficios se concentran en unos pocos establecimiento"
La Plaza, después de la fiesta.

Existe en Salamanca una hostelería que apuesta por defender el patrimonio, porque Salamanca es Ciudad Patrimonio de la Humanidad y son conocedores de que a la capital del Tormes la visitan miles y miles de turistas de España y de todo el mundo gracias a lo que la hace única: Su ocho veces centenaria Universidad y su arte arquitectónico. Y, una vez que están aquí los visitantes, la rica gastronomía logra que cuando se van tengan un buen sabor de boca.

Eventos como el Año Nuevo Universitario -Nochevieja Universitaria- realizado en la Plaza Mayor, ofrecen una imagen distorsionada de lo que es una Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Siendo Granada una ciudad universitaria y también ostentando el título que la hermana con Salamanca, a ninguna autoridad se le ocurriría realizar tan desmesurado despropósito en La Alhambra.

Pero, es que además, esta celebración perjudica a una parte del sector hostelero. Así lo denuncian desde la asociación de Hostelería Charra que trasladamos públicamente el punto de vista de sus asociados tras la celebración del Año Nuevo Universitario. “Un evento que, un año más, ha generado perjuicios graves a la mayoría de la hostelería de Salamanca, especialmente a aquellos establecimientos que no participan ni obtienen beneficio alguno, pero que sí han asumido restricciones, pérdidas económicas y decisiones impuestas”, expone Fernando Castillo, presidente de la asociación Hostelería Charra.

Castillo explica que con motivo del dispositivo de seguridad y prevención, “numerosos negocios recibieron una comunicación oficial del Ayuntamiento de Salamanca obligándoles a retirar sus terrazas a partir de las 19.30 horas, lo que supuso en la práctica hasta cuatro horas de negocio perdido en una franja clave, sin alternativa ni compensación”.

El presidente de la asociación Hostelería Charra habla de es establecimientos que no forman parte de la Nochevieja Universitaria, no facturan gracias al evento y cumplen estrictamente con la normativa. “Sin embargo, han sido sacrificados para que otros pudieran desarrollar su actividad”, matiza.

“Es el sentir de muchos de nuestros asociados. La Nochevieja Universitaria se sostiene, año tras año, sobre el perjuicio de la mayoría del sector, mientras los beneficios se concentran en unos pocos establecimientos. No es un problema puntual. Es un modelo reiterado, injusto y desequilibrado”, analiza.

Pero si grave es el perjuicio económico, para Castillo más grave aún es el nivel de desorganización y confusión generado, incluso entre quienes organizan el evento sobre las horas de cierre de los establecimientos. “En teoría, el horario era: media hora por Navidad y una hora adicional por la Nochevieja Universitaria. Sin embargo, el propio Ayuntamiento ha reconocido que esa documentación no constaba oficialmente cuando actuó la Policía Local, procediendo al cierre de establecimientos que, supuestamente, tenían todo en regla”, apunta Fernando Castillo.

Por todo ello, desde la asociación Hostelería Charra se preguntan: “¿Existía o no existía esa autorización? ¿Por qué no estaba registrada oficialmente? ¿Quién falló en la cadena de comunicación? ¿Por qué unos locales pudieron operar bajo una interpretación ‘flexible’ de la norma mientras otros fueron sancionados o cerrados?”.

Para la asociación Hostelería Charra este episodio no es un simple error administrativo. “Es una muestra grotesca de falta de coordinación, transparencia y equidad, con pequeños hosteleros y ciudadanía como víctimas colaterales”, señala Castillo.

No obstante, desde la Asociación de Hostelería Charra no están en contra de las celebraciones populares ni de la Nochevieja Universitaria como concepto. “Lo que denunciamos es un modelo mal planificado, injusto y opaco, que se repite año tras año y que siempre acaba perjudicando a la misma mayoría. Lo que no es admisible es jugar con la economía, la seguridad jurídica y la paciencia de quienes sostienen la hostelería de esta ciudad durante todo el año”, detalla Fernando Castillo.

Por último, Castillo precisa que la hostelería de Salamanca no puede seguir siendo el comodín sobre el que se descargan errores ajenos, ni el sector al que se le exige sacrificio mientras otros disfrutan de privilegios. “Desde la Asociación de Hostelería Charra seguiremos defendiendo una hostelería profesional, justa y transparente, y reclamando que quien organiza, asuma responsabilidades y que quien decide escuche a todos, no solo a unos pocos”, concluye.

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