Hay que hacer tiempo para abrir las puertas de par en par, dar pasos que den principio a caminos nuevos y ser buena gente. Haya lluvia para la siembra, verdes bosques y la vida palpitando. Un nuevo mundo engalanado de hombres y mujeres compañeros del alma, de buenas noticias, grandes maestros y paisajes naturales. De celebrar que haya bienestar y autenticidad, transparencia y ganas de paz.
Sobran los que en vez de la cara dan la espalda, son corderos con los poderosos y tigres contra el desvalido, personajes que llaman gentuza a quien se gana la vida honradamente, discriminan a quienes no son de los suyos y convierten en tinieblas la claridad. Tiempo y lugar este en que no vale desanimarse, ser pasivo ante los abusos ni callar ante la violencia. La indiferencia y el silencio alientan al bárbaro.
Años llevará eliminar los perjuicios que conllevan el orgullo, la soberbia y el menosprecio. Que se esté enseñando a conseguirlo no es suficiente para quienes los sufren. La disputa será larga hasta que la raza, condición sexual o religión no sean motivo de preferencia o exclusión. El desconocimiento hace que se recele del diferente. La ignorancia es el castigo supremo de las personas y su reino, la oscuridad. Por lo demás y siendo NAVIDAD, a tod@s les deseo FELICES FIESTAS.
Licenciado en Geografía e Historia, exfuncionario de Correos y escritor
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