El Ministerio de Sanidad ha publicado el Informe Anual 2024 sobre la Prestación de Ayuda para Morir, arrojando luz sobre la aplicación de este derecho en España. El dato más impactante revela que la burocracia o el estado avanzado de las enfermedades impiden que muchos lleguen al final del proceso: un 33% de quienes pidieron la eutanasia murieron durante la tramitación.
Las cifras del último año
Durante 2024 se cerraron 929 expedientes (incluyendo solicitudes de años anteriores), con el siguiente balance:
- Concedidas: 426 personas (el 46% de los casos) recibieron la prestación.
- Fallecimientos en espera: 308 solicitantes murieron antes de que se resolviera su petición.
- Denegadas: 141 solicitudes fueron rechazadas.
- Arrepentimientos: 54 personas decidieron dar marcha atrás de forma voluntaria.
Desde que la ley entró en vigor en junio de 2021, un total de 1.123 personas han ejercido su derecho a una muerte digna en España, de un total de 2.432 solicitudes registradas.
Perfil y causas: enfermedades neurológicas y cáncer
El informe dibuja un perfil claro del solicitante: una persona de unos 70 años (aunque el grupo más numeroso supera los 80) que padece un sufrimiento insoportable derivado, principalmente, de dos tipos de patologías:
- Enfermedades neurológicas (32,5%)
- Procesos oncológicos (29,7%)
En cuanto al género, existe un equilibrio casi total entre hombres (51%) y mujeres (49%). Además, el informe destaca un dato solidario: 63 personas que recibieron la prestación se acogieron también al programa de donación de órganos, permitiendo que su decisión ayudara a salvar otras vidas.
