En su duodécimo mensaje de Navidad, el Rey Felipe VI ha lanzado una advertencia clara sobre los riesgos que amenazan la estabilidad de España: el extremismo, la desinformación y la crispación política. Desde el Salón de Columnas del Palacio Real —y por primera vez de pie, en un gesto de mayor cercanía y dinamismo—, el monarca ha definido la convivencia como una «construcción frágil» que requiere un cuidado diario por parte de todos.
El eje central del discurso ha sido la preocupación por la «crisis de confianza» que atraviesan las democracias actuales. Felipe VI ha señalado que la desafección de los ciudadanos hacia sus representantes no es casual, sino fruto de un debate público marcado por la tensión. Ante este escenario, ha exigido a los poderes públicos una «especial ejemplaridad» para frenar el «hastío y desencanto» de la sociedad.
- Contra los dogmas: El Rey ha subrayado que, en democracia, las ideas propias no deben tratarse como verdades absolutas ni las ajenas como amenazas.
- El valor del acuerdo: Ha recordado que alcanzar soluciones requiere compromiso y, sobre todo, la capacidad de ceder sin buscar «la caída del otro».
El espejo de la Transición
Coincidiendo con el 50 aniversario del inicio de la Transición, el monarca ha rescatado el espíritu de 1975 como el mejor ejemplo de superación. Ha recordado que, pese a las incertidumbres de aquella época, los españoles lograron transformar sus diferencias en un punto de unión sólido a través de la Constitución de 1978.»El miedo solo construye barreras y genera ruido», advirtió el monarca, haciendo un llamamiento a recuperar el valor de «avanzar unidos» a pesar de no tener garantías de éxito.
Este discurso refuerza la línea que el monarca ha mantenido en los últimos años. Si en 2022 alertaba sobre el deterioro institucional y en 2023 sobre la «discordia», este 2025 ha puesto el foco en cómo los populismos y la desinformación se nutren de la desigualdad y la falta de confianza en las instituciones.
Felipe VI ha concluido con un mensaje de optimismo, apelando a la memoria de las últimas cinco décadas para recordar que España tiene la capacidad de superar sus desafíos actuales siempre que lo haga con «confianza y responsabilidad compartida».
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El valor del acuerdo: Ha recordado que alcanzar soluciones requiere compromiso y, sobre todo, la capacidad de ceder sin buscar «la caída del otro». el rey deja bastante claro que la monarquía esta politizada y que la justicia esta politizada, la crispación política forma parte de la politizada justicia, y de la politizada monarquía en españa tenemos un CGPJ politizado al ala conservadora y una monarquía conservadora que ya esta fuera de los estándares actuales cuidado con la politización de los poderes del estado como es la justicia y la monarquía donde el rey no pone el foco actual
Felipe VI alerta contra el radicalismo y pide «ejemplaridad» ante el desencanto político ante el desencanto judicial y anti el desencanto monárquico, la gente ve en la política lo que permite la justicia y lo que hace la monarquía españa cambia y no podemos politizadnos al ala conservadora como pretende la justicia y la monarquía