En un movimiento que ya se ha convertido en una costumbre de cierre de ejercicio, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha aprobado una partida extraordinaria de 500 millones de euros destinada a los grupos Quirón y Ribera Salud. La decisión, tomada en el último Consejo de Gobierno del año, no fue comunicada por el portavoz regional, Miguel Ángel García, durante la rueda de prensa posterior, saliendo a la luz días después.
Esta millonaria inyección económica busca compensar a las empresas que gestionan hospitales públicos bajo el modelo de concesión. Sin embargo, la opacidad y los conceptos bajo los cuales se entrega el dinero han vuelto a encender el debate político en la región.
Un «rescate» por falta de rentabilidad
Dentro de este paquete, destacan 106 millones de euros destinados específicamente a los tres centros menos rentables de Quirón: los hospitales de Valdemoro, Móstoles y Villalba. El Ejecutivo justifica este pago bajo el concepto de «restablecimiento del equilibrio económico», un motivo que la oposición tilda de ambiguo y que funciona, en la práctica, como un rescate financiero para la empresa privada.
Por su parte, el hospital Fundación Jiménez Díaz —centro de referencia del Grupo Quirón— continúa aumentando su presupuesto. Solo esta semana ha recibido 214 millones de euros, incluyendo una partida de 36 millones para 2026 basada en una cláusula adicional aprobada en verano cuyo contenido exacto sigue siendo desconocido.
La respuesta de Sanidad: «Pagos por actividad»
Desde la Consejería de Sanidad, dirigida por Fátima Matute, defienden la legalidad y necesidad de estos pagos. Según fuentes del departamento, las partidas corresponden estrictamente a la «prestación de servicios asistenciales» y aseguran que el reparto se hace con independencia del modelo de gestión. Además, subrayan que el 90% del presupuesto sanitario madrileño se destina al tramo público frente al 10% de la gestión privada.
Polémica política y vía judicial
La noticia llega en un momento de máxima tensión tras las recientes denuncias de trabajadores del Hospital de Torrejón, quienes alertaron sobre supuestas presiones para priorizar a pacientes que resultaran más rentables económicamente.
Ante este escenario, Más Madrid ha anunciado que llevará el asunto ante la Fiscalía. La portavoz de Sanidad de la formación, Marta Carmona, ha calificado el modelo de «nefasto» y «opaco»: «Hay un caudal de dinero público que se está desviando a empresas privadas sin ningún tipo de control. Para mantener este flujo de capital, es indispensable tener asfixiados a los hospitales públicos», denunció Carmona.
La oposición también ha señalado el posible conflicto de intereses, recordando que la principal beneficiaria, Quirón, es la empresa para la que trabaja la pareja de la presidenta regional, Alberto González Amador.
El «Cierre de Año» en la Sanidad Madrileña
El uso del último Consejo de Gobierno para aprobar partidas millonarias no es un hecho aislado. Se ha convertido en una mecánica financiera recurrente que permite ajustar las cuentas con las concesionarias antes de terminar el ejercicio fiscal.
1. La recurrencia del modelo (2022-2024)
En los últimos años, la dinámica se ha repetido casi con exactitud:
- Falta de transparencia inicial: Los pagos no suelen figurar en el orden del día detallado ni se explican en la comparecencia ante los medios tras el Consejo.
- Ajustes de «Liquidación»: Sanidad suele argumentar que el presupuesto inicial nunca es suficiente para cubrir la actividad real (operaciones, pruebas, urgencias) que los hospitales de gestión privada realizan para el sistema público, lo que obliga a estas inyecciones a finales de año.
2. El concepto de «Equilibrio Económico»
Este es el punto más técnico y polémico. En los contratos de concesión, el «restablecimiento del equilibrio» se activa cuando la empresa demuestra que, por causas ajenas a su gestión (como un aumento imprevisto de la demanda o cambios normativos), está perdiendo dinero.
- La crítica: La oposición argumenta que, mientras el riesgo empresarial debería asumirlo la constructora o gestora, en Madrid el Estado actúa como «red de seguridad», cubriendo las pérdidas de los centros menos rentables (como Valdemoro o Villalba).
3. El peso de la Fundación Jiménez Díaz (FJD)
La FJD no es un hospital de concesión al uso, sino un centro privado con un convenio singular. Es el hospital que más pacientes «recibe» de otros centros públicos debido a su alta eficiencia percibida, pero esto genera una factura creciente que el Gobierno regional debe abonar anualmente fuera del presupuesto ordinario.
| Concepto | Cuantía (aprox.) | Destino Principal |
| Pago extra 2025 | 500 M€ | Quirón y Ribera Salud |
| Inyección específica FJD | 214 M€ | Fundación Jiménez Díaz |
| Rescate por rentabilidad | 106 M€ | Hospitales de Valdemoro, Móstoles y Villalba |
4. El conflicto político: ¿Gestión o Desvío?
El debate se divide en dos narrativas opuestas:
- Postura oficial: Es un pago necesario por servicios ya prestados. Si los ciudadanos eligen ir a estos hospitales y se les atiende, hay que pagar esa actividad para que el sistema no colapse.
- Postura de la oposición: Se está creando un sistema de «vasos comunicantes» donde se infrafinancia el hospital de gestión directa pública para justificar el trasvase de fondos a la privada, favoreciendo a grupos empresariales específicos.
El modelo sanitario madrileño: Cómo se distribuye el esfuerzo inversor de la Comunidad de Madrid
Los hospitales de gestión directa (como el Hospital de La Paz o el Gregorio Marañón) tienen estructuras de costes muy distintas a los de concesión (modelo PFI o concesión total), ya que los primeros asumen habitualmente la formación MIR, la investigación y los casos de mayor complejidad clínica.
Inversión y Gestión: Público Directo vs. Concesión Privada
| Característica | Hospitales de Gestión Directa (100% Públicos) | Hospitales de Concesión (Quirón, Ribera, etc.) |
| Financiación | Presupuestos Generales de la Comunidad. | Canon anual + pagos por actividad extra («cláusulas»). |
| Personal | Funcionarios o personal estatutario (público). | Personal contratado por la empresa privada. |
| Gestión de Pérdidas | El Estado asume el déficit como gasto público. | El Estado suele compensar pérdidas bajo el «equilibrio económico». |
| Transparencia | Cuentas auditadas y publicadas de forma ordinaria. | Facturación compleja basada en «derivaciones» y convenios. |
| Foco de Gasto | Mantenimiento de infraestructuras y salarios fijos. | Eficiencia operativa y rentabilidad para el accionista. |
Efectos del flujo del dinero público hacia la privada
Así se mueve el presupuesto desde la Consejería de Sanidad hacia los distintos modelos, y dónde se generan las fricciones que denuncia la oposición:
- Asimetría en el control: Mientras que los hospitales públicos tradicionales sufren retrasos en reformas de infraestructuras, los hospitales de concesión reciben inyecciones rápidas para mantener su equilibrio financiero.
- La «factura en la sombra»: El problema para la administración no es solo el presupuesto inicial, sino las «liquidaciones» a final de año (como estos 500 millones), que suelen superar con creces lo previsto originalmente en los pliegos de contratación.
- Dependencia: Madrid ha generado tal dependencia de grupos como Quirón que, ante cualquier déficit de estos centros, el Ejecutivo se ve forzado a intervenir para evitar que la calidad asistencial caiga, lo que la oposición califica de «chantaje» o «rescate».


















