La prisión de Topas está en obras, tiene la mitad de presos que hace una década, pero en las actuales circunstancias siguen siendo una multitud. Últimamente, además, esta situación se ha agravado con la llegada de presos conflictivos y un aumento de los problemas islamistas. La prisión es una olla a presión.
Desde el Sindicato ACAIP, mayoritario en prisiones, han solicitado en multitud de ocasiones al secretario general de Instituciones Penitenciarias que reduzca el número de internos, durante las importantes obras que se están acometiendo en el centro. Y especialmente que reduzca el número de internos conflictivos, precisamente después de que durante los últimos meses se hayan producido diferentes altercados en uno de los módulos que alberga a este tipo de internos, en los que han sido agredidos funcionarios del centro.
La última agresión
El último de estos hechos se produjo este jueves, cuando un interno de origen extranjero, ingresado en el módulo 3, agredió a varios trabajadores, provocando momentos de tensión y el posterior aislamiento de otro de los internos de dicho módulo con un amplio historial de incidentes regimentales en multitud de centros penitenciarios. «El incidente no fue a más, a pesar de los momentos de grandísima presión que se generaron en el departamento, gracias a la rápida actuación de los trabajadores del centro y de los Jefes de Servicio, que se personaron inmediatamente en el módulo controlando la situación», comentan los funcionarios.
Se da la circunstancia de que, con motivo de las obras que se están llevando a cabo en el centro, se encuentra cerrado el departamento de Aislamiento, por lo que los internos que protagonizan incidentes regimentales de gravedad, como el mencionado, no pueden ser ingresados en el mismo con las medidas de seguridad que se requieren y son llevados al Departamento de Ingresos, que no dispone de las mismas.
Islamismo
El pasado martes se produjo otro incidente entre varios internos en los talleres del centro penitenciario, que pudo estar motivado como consecuencia del posible intento de adoctrinamiento por parte un interno de origen árabe, sobre otros internos que se negaban a secundarle. Como consecuencia de estos hechos uno de los internos tuvo que ser llevado a la enfermería del centro y el otro cambiado de módulo.
Desde el Sindicato ACAIP realizan un nuevo llamamiento a la Secretaría General, para que atienda las reclamaciones realizadas, como lo es la dotación del Grupo de Control con el personal necesario, a través de la cobertura de la RPT del centro en lugar de que sus efectivos salgan del área de vigilancia, en la que en la actualidad hay un déficit de 45 efectivos, próximo al 25% de los efectivos que deberían existir en dicho área.