El escritor toledano presentó en Salamanca su obra ‘Mi paso por la Belle Epoque y las Vanguardias’, para hacer más inteligible la eclosión de las vanguardias artísticas en el primer cuarto del prodigioso y rompedor siglo XX. En España, Barcelona jugó en estos años un puente decisivo con París.
¿Qué le debe España a la Generación del 27?
Muchísimo. Realmente fue una generación rompedora, cuyos pasos los habían iniciado generaciones anteriores con movimiento modernistas, que querían tender un puente con Europa, pero que no se había producido. La Generación del 27 es la primera que logra dar ese salto y su relación con París, como centro del mundo cultural, se llevara a cabo.
¿Esta generación fue rompedora en todas las artes?
Sí, en todas. En pintura, Dalí, en cine, Buñuel, en literatura, Lorca, por poner un ejemplo, pero fueron muchos más los artistas que fueron rompedores a principio del siglo pasado.
¿Esta generación fue la más innovadora en lo que a cultura se refiere en nuestro país?
Sí, por supuesto. Luego hubo otra segunda generación, pero ya de post-vanguardias, que también fue rompedora, como fueron los artistas que conformaron el grupo El Paso, en Madrid, o el Dau al Set, en Barcelona, por los años cincuenta.
Al menos atrevidos teniendo en cuenta la época que le tocó vivir…
Sí.
Ha hablado de los movimientos artísticos en Cataluña. ¿Qué aportó a nuestro país?
Las primeras dos décadas del siglo XX tenían como núcleos artísticos a Madrid y Barcelona, el resto del país vivía un poco en el ostracismo con respecto a estos dos puntos. El de Madrid es más literato, grandes tertulias, que comenzaron con Rubén Darío, Pío Baroja,… en el Café Levante. A partir de 1915, toma el relevo el Café Pombo y el Café Gijón a mediado de los treinta. En cuento a Barcelona, fue mucho más europea. Fue el puente con París y hay movimientos post modernistas que comenzó Gaudí con mucha fuerza.
¿Y Picasso?
Primero vino de Málaga a Madrid y de la capital se marcha a Barcelona, porque le ofrecía más posibilidades, sobre todo teniendo en cuenta su proximidad con Francia. Picasso desde 1900 a 1904 va de Madrid a Barcelona y a partir de esa fecha se instala en París. Pero, tienes a muchos más artistas que también eligen Barcelona como puente para llegar a la capital francesa y allí fundan la Escuela Española en París, donde fueron muy bien recibidos.
Y en la actualidad, ¿qué aporta Barcelona?
Los veo un poco confusos, quizá por la situación política que están viviendo. Demasiado provincianismo o nacionalismo que no beneficia nada, porque el arte y la cultura son universales. Unamuno decía que la mejor forma de curarse del nacionalismo es viajando y no había nadie más nacionalista que Unamuno, que era pro Fueros vascos, como buen bilbaíno, pero al llegar a Madrid vio otros mundos. Actualmente, en Barcelona hay movimientos muy avanzados, pero pienso que estaría bien que uniéramos fuerzas.
El que las comunicaciones (y telecomunicaciones) hayan mejorado en este siglo, ¿beneficia a los artistas de la periferia?
Por supuestos, aunque soy partidario de la presencia física, incluso en los libros, pero sin duda que ha aproximado mucho a los artista.
¿Hacia dónde va la cultura?
Hacía un lenguaje artístico de un gran simbolismo, donde la interpretación de cada individuo tiene rienda suelta, en algunos casos van demasiado deprisa. Los artistas jóvenes quieren decir mucho, cuando aún no han demostrado lo que son y lo que valen.