Las organizaciones sindicales con representación en la Mesa Sectorial de Universidades (CCOO Enseñanza, UGT-FETE, CSI-F y la Confederación Intersindical Galega Ensino) han acordado convocar huelga en todas las universidades públicas para este martes, 24 de marzo, incluyendo a estudiantes, profesores y personal de administración y servicios.
Según explican en un comunicado las organizaciones sindicales, el Gobierno acaba de aprobar la ordenación de las enseñanzas universitarias con la oposición de toda la comunidad universitaria, de la Conferencia de Rectores (CRUE), «sin debate político ni social, sin una evaluación de la implantación de la última modificación legislativa consecuencia de la aplicación del proceso de Bolonia y sin una justificación creíble de sus propuestas».
Si finalmente se implanta el 3+2 (grados de tres años y másteres de dos) de forma generalizada, «el sistema, lejos de homogeneizarnos con Europa, generará nuevas disfunciones«, según indican.
Los sindicatos aseguran que en los últimos meses de su mandato, el Gobierno se plantea aprobar dos reales decretos que modificarán los requisitos para la creación de centros y universidades y el sistema de acreditación del profesorado universitario funcionario, fundamental para el acceso a la profesión docente e investigadora.
La comunidad universitaria
CSI-F Castilla y León asegura que secunda la huelga del día 24 porque “el decreto de la reforma universitaria, que tiene en contra al Consejo de Estado, a la Conferencia de Rectores, a los estudiantes y a la parte social afectada, como son las familias, merece una actitud como la que vamos a tener, que es participar en la huelga convocada para el próximo día 24, que apoyan profesores y estudiantes, y que ya ha sido anunciada a nivel nacional por la Mesa Sectorial de Universidades”.
Este sindicato afirma que la reforma propuesta por el Gobierno «pretende -de manera muy calculada- liquidar la universidad pública tal y como la conocemos”.
Reconversión
La reducción del número de créditos necesarios para finalizar los estudios de grado, y la previsible pérdida de estudiantes por el encarecimiento de los estudios, tendrán un impacto muy negativo en la financiación de las universidades, en el empleo y las condiciones laborales del profesorado y de todo el personal, y en el propio modelo universitario español actual, “dando lugar a una reconversión del sector que no vamos a aceptar”, remarca CSI-F.
Para el sindicato independiente, esta reforma supone «adelgazar la universidad pública para engordar la privada, creando universitarios de primera y de segunda en función de sus posibilidades económicas«.