La cigüeña visita el corazón y el Baile San Vito de Sara Carbonero

Muchas famosas se verán bendecidas este año con el milagro de la maternidad

[dropcap]V[/dropcap]a por oleadas. Este año toca cigüeña. El corazón no para. Bien es cierto que es mejor hablar de alumbramientos y de que crezca el padrón que hablar de divorcios y fallecimientos. Aunque, para qué os voy a engañar, los divorcios son mucho más jugosos.

Comenzamos con Amaia Salamanca. La guapa actriz de Velvet espera su segundo hijo. ¡Qué quieren que les diga! Esta chica me aburre un poco, porque es tan perfecta que no me transmite nada a través de la pequeña y gran pantalla. En el teatro he de reconocer que no la he visto nunca.

Tatiana Santo Domingo, la nuera de Carolina de Mónaco, también espera su segundo retoño. Esta guapa heredera atesora en sus cuentas bancarias más de 2.000 millones de euros. Seguro que no tendrá ningún problema para alimentar al bebé.

De vuelta a la zona patria, Tatiana Santo Domingo vive a caballo entre,… Bueno para qué nos vamos a engañar, con esa fortuna puede vivir donde quiera. Lo dicho, de nuevo en nuestro país, Raquel Sánchez Silva que, por cierto, estudió periodismo en Salamanca, tendrá niñ@s por partida doble. Le ha costado, porque tiene 42 años, pero cumple su sueño de ser madre después de haber perdido a su primer marido, Mario Biondo, en extrañas circunstancias.

Y por lo demás, más de lo mismo. Susana Griso, que asegura que además de presentar el matinal de Antena3, es madre, esposa y,… Vamos, como todas las mujeres trabajadoras. Anna Allen, la actriz que quiso triunfar en Hollywood a golpe de photoshop y fue descubierta, en su vida pensó que iba a tener tanta publicidad. Apareció en alguna de las temporadas de la longeva Cuéntame. No sé si le servirá el dicho que existe en periodismo: ¡Que hablen, bien o mal, pero que hablen! Aquí se lo dejo. Esto es gratis, al igual que el vestido que le prestó Vicky Martín Berrocal para acudir a una fiesta de los Óscar, que nunca le devolvió y con el que nunca pisó la alfombra roja de Los Ángeles. Eso sí, en su red social aparecía bella, pero sólo fue gracias a la magia del photoshop.

No podía faltar Sara Carbonero, que al igual que Amaia Salamanca me aburre y también me estresa, porque cuando la veo en la televisión la novia de Íker Casillas no para de dar saltitos. Alguien le tenía que decir que no se puede tener el baile de San Vito delante de las cámaras, como tampoco se puede llevar una camisa de mil rayas.