El delantero sueco del Paris Saint Germain (PSG), Zlatan Ibrahimovic, se metió este domingo en un lío por su incontinencia verbal.
El futbolista acabó exaltado tras perder 3-2 antes el Burdeos, después que él anotara los dos goles de su equipo (el segundo, de penalti inexistente), y en el túnel de vestuarios cargó contra el árbitro del partido.
«Enteraos. No somos amateurs. No había visto un árbitro así en mis 15 años de carrera. Este país de mierda no merece al PSG«, y se marchó con sus habituales malas pulgas dejando tras de sí un incendio.
La extrema derecha, el ministro de Deportes y Francia acabaron conmocionados por las palabras del sueco.