La Universidad de Salamanca formará parte del consorcio internacional compuesto por 20 grupos de investigación procedentes de 14 países diferentes responsable de la puesta en marcha del proyecto denominado “Trastornos del Espectro del Autismo en Europa – ASDEU”, acción a tres años financiada por la Dirección General de Salud y Consumidores (DG-SANCO) de la Comisión Europea y dirigida a incrementar el conocimiento y mejorar la respuesta a los trastornos del espectro autista (TEA).
La iniciativa fue presentada este martes por el rector, Daniel Hernández Ruipérez, en un acto que contó con la presencia de Manuel Posada, director del Instituto de Investigación en Enfermedades Raras (IIER) del Instituto Carlos III y coordinador del proyecto a nivel europeo; Ricardo Canal, coordinador del proyecto en la Universidad de Salamanca; y Simona Palacios Antón, presidenta de la Federación Autismo Castilla y León, entre otras autoridades académicas e institucionales.
El proyecto ASDEU, que recibirá una financiación de 2,1 millones de euros aportados por la DG-SANCO persigue, entre otros objetivos concretos, estimar la prevalencia de los TEA en 12 países de la Unión Europea; analizar los costes sociales y económicos del autismo; revisar los programas existentes sobre detección temprana y desarrollará propuestas de mejora e implantación de los mismos; elaborar un plan para mejorar la formación de profesionales; validar biomarcadores asociados a los TEA; y mejorar el conocimiento sobre el diagnóstico, comorbilidad y efectividad de los cuidados y apoyos en la vida adulta y en las personas mayores con diagnóstico de autismo.
ASDEU también colaborará con el proyecto EU-AIMS (European Autism Interventions – A Multicentre Study for Developing New Medications) para mejorar la calidad de vida y el pronóstico de las personas con autismo y cuyos dos objetivos principales del proyecto son, por una parte, aplicar un modelo de salud pública a los TEA centrado en la estimación de la prevalencia y la mejora de los programas de detección diagnóstico y tratamiento precoz, y por otra, la creación de un nuevo marco europeo basado en la evidencia que mejorará la atención a los adultos y a las personas mayores con TEA.