Opinión

Para qué y para qué no está preparado el corazón

Por José Julián Arias Garrido
Doctor en Medicina y Cirugía. Especialista en Medicina Intensiva. Máster en Bioética
y Mª Carmen García Mateos
Psicóloga y psicoanalista de Grupo Cero

“La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos,
y gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado”.
El amor en los tiempos del cólera 1985. Gabriel García Márquez (1927-2014)

[dropcap]E[/dropcap]l corazón roto, el corazón destrozado, y expresiones parecidas son frases con las que se identifica el mal de amores. Es ese sentimiento de tristeza, desilusión, amargura, dolor, vacío, que tanto abunda en la literatura amatoria. Y como somos lo que leemos y vivimos en esas frases, también en ocasiones pensamos que si no se nos rompe el corazón no hemos sido capaces de amar, que si no es con sufrimiento ese amor tenía menos valor que con goce; pero en realidad es mucho más.

Ese sentimiento se manifiesta en el organismo con el denominado “síndrome del corazón roto”, síndrome de Takotsubo o miocardiopatía de stress, que puede afectar a muchas personas, aún sin tener problemas emocionales como una ruptura sentimental, la muerte de un ser querido o un gran disgusto. Y esto no quiere decir que no se aflijan o se alarmen, no quiere decir que toda ruptura amorosa implique una ruptura orgánica del corazón, quiere decir que quien no puede hablar de lo que le pasa a su corazón inexorablemente eso le pasa en el cuerpo, y el órgano por antonomasia de los sentimientos es el corazón. ¿Acaso no se han preguntado por qué una de las más frecuentes de las denominadas triple C es el problema de las cardiopatías? Porque los sentimientos no van ajenos al cuerpo.

[pull_quote_left]Esta forma temporal de insuficiencia cardiaca aguda a consecuencia de emociones fuertes, podría afectar a más personas de las que se pensaba[/pull_quote_left]No en vano los sentimientos se relacionan con el corazón y no con la cabeza. No en vano un fuerte dolor de cabeza también se nos provoca por alguna frase que nos resulta intolerable. Se ha sabido recientemente, según Eitel I, et al. en JAMA 2011*que esta forma temporal de insuficiencia cardiaca aguda a consecuencia de emociones fuertes, podría afectar a más personas de las que se pensaba, ya que solo se pudo identificar el desencadenante del estrés en un 71% de los pacientes estudiados, concluyendo que este problema también puede desarrollarse no sólo en mujeres postmenopáusicas (entre el 82 y el 100% en diferentes revisiones sistemáticas), como se describió por primera vez a principio de la década de los 90 por autores japoneses **; sino también en adultos más jóvenes, en hombres. ¿Nunca se preguntaron por qué los hombres estadísticamente padecen más cardiopatías que las mujeres? Quizás tenga que ver con lo cultural y en nuestra cultura “los hombres no lloran”, tradicionalmente se decía; pero su corazón sí sentía los males de amor.

[pull_quote_left]El síndrome del corazón roto por enfermedad crítica, según un estudio reciente, se presenta hasta en un 28% de los pacientes admitidos en los Servicios de Medicina Intensiva.[/pull_quote_left]También puede aparecer hasta en personas que no pueden identificar ningún estrés emocional que lo haya provocado, porque hay un estrés que no lo provocan las acciones externas si no las internas, es decir, hay causas que el propio ser humano desconoce que operan en él y no por eso dejan de actuar. Hay momentos en los que estamos ansiosos o angustiados y no sabemos por qué. De hecho, la angustia tiene representación somática la ansiedad no. La denominación de Takotsubo deriva de la similitud entre la forma del corazón con inmovilidad del ventrículo izquierdo en su región medioapical y las trampas japonesas de pulpos (tako tsubo).

El síndrome del corazón roto por enfermedad crítica, según un estudio reciente, se presenta hasta en un 28% de los pacientes admitidos en los Servicios de Medicina Intensiva.***Igual que hay corazones que no están preparados para escalar los “seismil”,****hay corazones que no soportan el estrés emocional; y en este caso, aprender a hablar para que nuestro órgano vital tenga salud mas allá de nuestros sentimientos, para que romper una relación o un amor, sea lo que sea, no signifique morir uno mismo sino que muera sólo la relación. Eso sería lo saludable, psicoanalizar las emociones para que no sea necesario que el corazón ni físico ni psíquico enferme, para que no sea el órgano el que hable.

* Eitel I, et al. Clinical characteristics and magnetic resonance findings in stress (Takotsubo) cardiomyopathy JAMA 2011; 306(3): 277-286.
** Tsuchihashi K, et al. for the Angina Pectoris–Myocardial Infarction Investigations in Japan. Transient left ventricular apical ballooning without coronary artery stenosis: a novel heart syndrome mimicking acute myocardial infarction. J Am Coll Cardiol. 2001;38:11–18.
*** Kevin A., et al. Stress-Related Cardiomyopathy Síndromes. Circulation. 2008;118:397-409.
****Monica Y. Lo, et al. Sleeping altitude and sudden cardiac death. 2013; 166(1) :71–75.

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