[dropcap]C[/dropcap]uántos de ustedes en más de una ocasión se miraron al espejo y dijeron qué bien o qué mal me veo hoy, o cuántas veces les fue imposible vestirse porque revolvieron todo el armario hasta encontrar algo que tampoco les satisfacía. Y, por el contrario, otras es como si la ropa adecuada les estuviera esperando en la percha que acababan de coger.
¿Qué queremos decir con que el cuerpo se construye con palabras? Las palabras nos llegan del otro a modo de espejo, de la misma manera que nos llegaron de pequeños y en la frase en la que digo, que tengo un cuerpo u otro, es que escucho qué linda estoy con tal peinado. A partir de ahí tengo o me puedo posicionar y ahí es como uno se las pueda arreglar con la frase. Por ahí y dependiendo de quién o qué represente para la persona la frase, cuáles sean sus significantes, volverá a hacerse el peinado o no lo llevará nunca más.
[pull_quote_left]A veces las cuestiones en la terapia psicoanalítica son pequeñas modificaciones que el paciente puede hacer en una frase que le pueden cambiar la vida[/pull_quote_left]Tenemos que saber de un modo definitivo que incluso esa percepción que tenemos del cuerpo y que nos parece tan propia y tan personal nos llega de los otros y, desde luego, se constituye como un leguaje. Es porque puedo decir la palabra brazo que hay brazo, que no es que antes no hubiera brazos. Los homo sapiens tenían brazos, pero sabemos que tenían brazos desde que en el lenguaje aparece la palabra brazo, luego va a depender de la sobredeterminación de cada palabra que nombra el cuerpo, de cada composición en una frase que soy guapo, o soy feo, que soy gordo o que soy delgado.
Es cierto que se necesita también para poder pensar el cuerpo un cierto anclaje en la realidad objetiva. Eso no lo negamos. Quiero decir que si alguien pesa 130 kilogramos y se cree que está delgado, algo no va, pero igualmente y dependiendo de cuál sea su decir habrá que ver qué representa delgado para uno.
Es importante todo esto porque a veces las cuestiones en la terapia psicoanalítica son pequeñas modificaciones que el paciente puede hacer en una frase que le pueden cambiar la vida, como dice el doctor Menassa, los tiene que ver en muchos de los casos con la exageración de una frase “no puedo con la vida” frente a “algunas veces no puedo con la vida”.
En otros casos no somos capaces de poner puntos o comas a nuestro discursos haciéndonos este permanecer en situaciones interminables, que el cuerpo también es un discurso por construir y muchas de las enfermedades que él acoge lo hace porque no se pude poner en palabras y entonces es el cuerpo con su síntoma, con su enfermedad el que habla.
Producir un discurso diferente del sujeto en análisis es una garantía que le acerca a la salud. Ahora no vale con la producción de un único discurso ya que, como en otras ocasiones dijimos, la salud también y en análisis es una producción.
El cuerpo, una imagen construida por mil palabras o construida por tres…
[quote_box_left]Mª Carmen García Mateos
Psicóloga y psicoanalista
de Grupo Cero
Telf: 651831296
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