El estado, o el mal estado de algunas carreteras de la red de la Diputación centró el último pleno de gestión antes de las elecciones el 24 de mayo.
El diputado socialista, Francisco Martín del Molino, acusó al equipo de Gobierno de haber «privatizado» el servicio de mantenimiento, lo cual «ha empeorado claramente la situación».
El vicepresidente primero y diputado de Fomento, Carlos García Sierra, negó que se haya privatizado ese servicio y dijo que se han producido «cambios cualitativos y cuantitativos en el mantenimiento de las carreteras«, defendiendo la gestión incluso en los años de crisis, «en los que siempre hubo inversiones en carreteras».
Martín del Molino insistió y explicó que hay obras de mantenimiento que se adjudican a una empresa, la cual las subcontrata y esta, a su vez, vuelve a subcontratarla «a otra empresa con medios precarios y personal poco cualificado«.
Así se explicarían hechos como el que acaba de producirse en la carretera de Santa Inés a Galinduste (comarca de Alba) en la que dos meses después de ser reparada se ha reproducido un enorme bache que deberá resolver la empresa a su costa con una nueva capa de aglomerado.
