[dropcap]N[/dropcap]os acercamos el próximo domingo día 3 de mayo al día de la madre y nos preguntamos si ese dicho popular se acerca a alguna verdad psicoanalítica y descubrimos que más bien es una verdad biológica. Solo en ese ámbito se tiene una única madre. En el ámbito de lo psíquico, tantas como uno se pueda permitir, es decir, que como ya en otras ocasiones hemos dicho la madre es una construcción, efecto de una producción es un modo de entender, también un modo de evolucionar como persona que también ha de evolucionar en el modo de pensar a la madre y es, además, una función, por eso que en muchas ocasiones, la biología y la función no coinciden en la misma persona, incluso aunque vivamos con ella y la llamemos mamá.
[pull_quote_left]Es, no nos olvidemos, nuestro primer objeto de amor, y eso dejará una imborrable huella.[/pull_quote_left]Por otro lado, luego estaría también el tema de cuántas madres nos permitimos tener en una, es decir, que si somos solo capaces de pensar a nuestra madre de una única manera o la desplegamos en varias. Es más, si además de madre la pensamos siendo mujer, siendo esposa, siendo trabajadora, etc,… ya que pensarla en esas otras funciones también nos hace ver otra madre.
Porque si bien es cierto que en los primeros años de nuestra vida sin alguien que desempeñara esa función moriríamos y, por lo tanto, tendremos siempre una deuda que no podremos saldar, también es cierto que a partir de una determinada edad también comenzamos a tener la madre que nos podemos permitir tener y a la inversa, ya que siempre es en los otros y con los otros.
Lo que no podemos de ningún modo es negar la importancia de dicha figura en nuestras vidas, tengamos la edad que tengamos y, aunque no esté en lo real, es una representación, una estancia y una función de fortísima influencia en nuestras vidas. Es, no nos olvidemos, nuestro primer objeto de amor, y eso dejará una imborrable huella.
[quote_box_left]Mª Carmen García Mateos
Psicóloga y psicoanalista
de Grupo Cero
Telf: 651831296
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