[dropcap type=»1″]E[/dropcap]ste colegio mayor recibió también el nombre de “Los Irlandeses”. Desde 1827 a 1830, y de 1857, casi sin interrupción, hasta 1936, fue ocupado por sacerdotes de esta nacionalidad. La prohibición y cierre de los seminarios en Irlanda dejó sin la formación debida a los seminaristas y sacerdotes de la isla. La persecución religiosa hizo que la muy católica España acogiera a sus sacerdotes, siendo Salamanca la ciudad elegida para ubicar el seminario de los irlandeses.
El colegio mayor fue fundado por Fonseca para albergar alumnos pobres y para acoger en su capilla su sepulcro. Para edificar el colegio, los franciscanos salmantinos donaron un terreno de su propiedad en el Campo de San Francisco, pero no fue suficiente. Fonseca añadió una finca limítrofe, resultante del derribo de unas casas compradas por el arzobispo, amén de la ermita de San Hilario, desaparecida con la construcción del colegio mayor. El solar resultante ocupaba un gran espacio entre las puertas de San Bernardo y Falsa de la muralla medieval. Todavía se pueden observar restos de la cerca en el muro del colegio que da hacia el paseo de San Vicente.
Alonso de Fonseca III estuvo, al igual que todos los miembros de su familia, al lado del emperador en la revuelta comunera. Aunque no se significó tanto como su tío Antonio Fonseca, sí lo hizo Francisco de Ribas que estaba a sus órdenes y que sufrió las consecuencias de oponerse a los comuneros. Su camarero pagó la fidelidad al arzobispo con la pérdida de su casa en la plaza de San Benito.
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