José Alfredo Sepúlveda es licencia en Derecho. Vive en la ciudad de Pachuca a 100 kilómetros al noreste de la Ciudad de México. Es notario público, actualmente tiene licencia porque el congreso de su estado, Hidalgo, lo ha nombrado presidente de la Comisión de Derechos Humanos. Como rotario ha sido presidente de Club, gobernador de Distrito, director de Rotary Internacional, presidente del Comité Ejecutivo de la Junta Directiva de Rotary Internacional y ha tenido la suerte de trabajar en diferentes áreas de Rotary Internacional.
Con todo este aval, José Alfredo, ¿qué conlleva ser rotario?
Ser rotario es una forma en que una persona puede descubrir todos los potenciales que tiene. Tenemos un lema general que creo que engloba perfectamente bien lo que significa ser rotario: Estimular y fomentar el ideal de servicio como base de toda empresa digna. Aquí, lo que hay que saber es que Rotary no se dedica exclusivamente al servicio de la comunidad, es una parte importante sí, tal vez es la que nos da más brillo, más fama, pero nosotros tenemos cinco áreas en las que tenemos que servir o tenemos la oportunidad de servir, porque en Rotary no es obligatorio ni siquiera ser rotario.
¿Cómo se puede servir en los clubes de Rotary?
A través de nuestra profesión, en nuestra comunidad, en la comunidad internacional y con la juventud. Ser rotario significa que ya tiene, porque debe de tener cierto ideal de servicio puesto, aunque creo que todas las personas lo tenemos, porque si vemos a alguien caído en la calle o que hay un niño que necesita apoyo,… le ayudamos. Eso que nos mueve por dentro, ese es el espíritu de servicio. ¿Qué pasa en Rotary? que lo vamos a desarrollar, a potencializar, a unir a una Fundación Rotaria y a cientos o a miles de personas hacía un fin común.
Estamos en un mundo global y Rotary siempre ha sido global, porque desde hace cien años hay club de rotarios en todo el mundo. ¿Qué relación mantienen unos clubes con otros?
Somos una red de servicio. Somos casi 33.000 clubes en el mundo y 1.250.000 socios. Además, cada socio expande la titularidad de ser rotario con su familia, por lo que cuanto menos tenemos, sin contar vecinos o amigos, que multiplicar por cuatro. Somos una organización que mueve a cinco millones de personas, pero las mueve en forma voluntaria.
¿Cobran el servicio que prestan?
No. Nosotros no cobramos nada por el servicio que prestamos. Tenemos el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, gobiernos mundiales, porque cuando ellos nos dan un dólar o un euro, ese dólar y ese euro llegan intactos a la obra para la que se da, cosa que en otras organizaciones, incluyendo la ONU, por los gastos que implica la administración, sólo les llega un 20% de la aportación inicial. Y lo otro que es muy importante, somos la única organización de servicio que le exige al que presta el servicio, normas éticas, morales,… Es decir, ahora a través de un ordenador, uno puede estar descargando o automáticamente le cargan a uno, una cantidad de dinero para hacer el bien en alguna parte del mundo o para alguna misión especial, sin embargo nosotros no lo podemos hacer así.
¿Qué características tiene que tener un rotario?
Para ser rotarios se requiere ser una persona adulta, que además de observar buena conducta y tener sana reputación en su negocio o su comunidad, sea respetado en su comunidad, si no no nos interesa. Una persona que tenga mucho dinero, pero no se entienda de donde ha salido y que no sea muy conocido en la comunidad, a lo mejor nos podría donar millones de dólares o euros, pero no nos interesa.
Desmitifíquenos que los rotarios son un club poderoso…
No puedo, porque somos muy poderosos, tremendamente poderosos, a tal grado que somos la única organización mundial que está a punto de erradicar la segunda enfermedad en el mundo: la poliomielitis. Es un esfuerzo desde el año 1985 y solamente nos quedan casos en el norte de Nigeria, en Afganistán, porque ya Paquistán ya desde hace unos meses no registra nuevos casos. Pero, ¿qué es ese poder? El poder es la voluntad de 1.250.000 personas, más nuestro radio de acción. Los rotarios lo hemos podido lograr y hemos convencido a Gobiernos, a muchas instituciones para que nos apoyen, porque al principio hicimos el trabajo solos, pero actualmente la Organización Mundial de la Salud dijo que ya faltaba muy poco para erradicar la polio y nos está costando más dinero.
¿Rotary Internacional tiene mucho dinero?
No, no somos la organización que más dinero tiene, ni que más relaciones políticas tiene. Somos una organización que es poderosa por la calidad de sus miembros. Claro que entre los miembros hay personas que pueden tener más dinero, pero no es nuestra base el decir que tenemos mucho dinero.
Háblenos de la Fundación Rotaria.
La Fundación Rotaria se alimenta con contribuciones anuales, que llega a acumular unos 100 millones de dólares y que cada año se gasta en proyectos humanitarios y educativos el mismo dinero que entra. Esta Fundación nos ayuda a hacer mucho bien en el mundo.
Salamanca se convierte estos días en la capital de Rotary. ¿Qué cree que le va a aportar a la ciudad que se organice aquí la asamblea de los rotarios?
Muchas personas van a venir a Salamanca y se van a dar cuenta de cómo está la ciudad, por lo que va a haber una derrama económica importante, un conocimiento de la ciudad y una recomendación futura: ‘Oigan, Salamanca está preciosa, hay que ir a Salamanca’. Lo otro, es la conciencia en las autoridades de que Rotary está presente en Salamanca y que Salamanca es un centro rotario importante y volvemos al poder de Rotary, ese poder que existe y es real. Lo más profundo es sembrar en cada rotario nuevas formas de servir, entusiasmo, que vengan a fortalecer esa convicción que tienen en nuestra organización. Una persona que tenga convicción por algo, logra milagros. El proyecto de la polio nació de un rotario, un médico y él empezó a moverse y lo logró. Nosotros creemos mucho en las ideas, sueños y metas que una persona se ponga.
