Cristina Bergoglio, sobrina del Papa, en la ceremonia de Huésped de Honor de Roemmers

Alejandro Guillermo Roemmers acudió a la UPSA el 14 de mayo de 2014 para presentar su obra ‘La mirada impar’ e impartir una ponencia sobre ‘El nacimiento de una nueva consciencia universal: éxito, felicidad y espiritualidad'.

La ceremonia tendrá lugar el próximo 28 de mayo, a las 12.00 horas, en el Aula Magna. El acto se engloba dentro de las actividades organizadas por el 75 aniversario de la Restauración de la Universidad Pontificia de Salamanca

 

Alejandro Guillermo Roemmers (Buenos Aires, 1958) será nombrado Huésped de Honor el próximo 28 de mayo, con motivo del 75 aniversario de la Restauración de la Universidad Pontificia de Salamanca. Una ceremonia que tendrá lugar a las 12.00 horas, en el Aula Magna de la Universidad. Además, en el acto intervendrá Cristina Bergoglio, pintora y escritora.

Mecenas de las artes, Roemmers se confiesa como absoluto defensor de valores como el amor y la fraternidad e intenta ayudar a mejorar la realidad que nos rodea a través de la educación y la cultura porque, según defiende, “no hay nada que cambie más la vida de las personas que los libros”.

En una entrevista concedida a la revista ‘Compañía’, Alejandro Roemmers realizó un breve recorrido por sus obras y explicó la importancia que para él tiene la figura de Jesucristo, los valores espirituales, la felicidad del hombre o la influencia de España en su vida.

Además, el poeta recordó el poema que escribió en honor al Papa Francisco titulado ‘Un regalo para Francisco’ y que le entregó personalmente. “Fue un encuentro muy bonito. Tenía relación con el Papa, pero no personal. Tengo dos cartas maravillosas de agradecimiento en las que comenta el libro de poesías escrito por mí; conozco su gusto por la poesía. En las cartas, me di cuenta de la calidad humana de la persona que se tomó el tiempo de contestarme en una carta larga y escrita a mano, sentida, con intención, con todo su ser presente. Me sorprendió que un arzobispo así se tomara tiempo y cuando estuve con él era igual, no cambió. Estuvo una hora para conversar con mi familia y conmigo como si fuéramos amigos de toda la vida; como si no hubiera otra cosa más importante en el mundo en ese momento”, recordó el mecenas de las artes.

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