Agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo la denominada ‘operación Famena’ en la que se ha detenido a seis ciudadanos extranjeros y uno español por introducir ilegalmente en España a menores de nacionalidad marroquí.
Las investigaciones se iniciaron tras detectarse la presencia de dos menores de 13 y 16 años de dicha nacionalidad, presentados como encontrados de forma casual en la calle por adultos. Los menores, tras comprobarse que no estaban acompañados por familiares fueron puestos a disposición de los servicios de protección a la infancia de la Junta de Castilla y León, según lo previsto en el protocolo de actuación con menores extranjeros no acompañados.
Los policías salmantinos sospecharon ante las versiones facilitadas por los menores respecto a la forma en la que habían accedido al territorio español, presuntamente en los bajos de un camión, dado que su estado físico no se correspondía con la versión y por las contradicciones en la descripción de los detalles del desplazamiento desde sus lugares de origen hasta la frontera y el lugar y la forma de ocultación.
Las gestiones practicadas permitieron relacionar fechas de los viajes a Marruecos de las personas adultas que aparentaron haberlos encontrado en la calle, con las fechas en las que los menores manifestaron haber entrado en España, sospechando de su introducción ilegal en el país.
Para burlar los controles de la frontera los hacían pasar por hijos suyos, ya que algunos de los detenidos tienen realmente hijos de dichas edades, o bien ocultos en los vehículos.
Regularizar su estancia
Una vez en Salamanca simulaban haberlos encontrado para que los servicios de protección correspondientes se hicieran cargo de ellos y poder conseguir la regularización de su estancia en el territorio español.
Para que la simulación tuviera mayor verosimilitud, aleccionaban a los menores para que explicaran a las autoridades españolas que habían accedido a España ocultos en un camión y su “mala situación” en su país de origen, huyendo de familias desestructuradas con problemas de alcohol y malos tratos.
Debido a las dificultades para expresarse en español, reforzaban su versión con dibujos con los que pretendían explicar su problemática, en los que aparecían una botella, una persona tirando del pelo a otra y el dibujo de las ruedas del vehículo con alguien encima.
La investigación sigue abierta, no descartándose la localización y detención de más personas sobre las que se investiga su presunta implicación en los hechos.