Virginia Carrera es la candidata a la alcaldía de Ganemos Salamanca. Activa, risueña, cercana y es capaz de verter decenas de palabras en un segundo, pero siempre se entiende lo que dice
¿Con qué se entretenía Virginia cuando era una niña?
Pues yo he jugado mucho en la calle a la comba, a la goma, al quién es quién,… La verdad he sido una niña que he jugado mucho. Tuve la suerte de vivir en un barrio donde se podía jugar en la calle, donde había parques,…
¿Cuál fue la primera película que le marcó?
Mary Poppins, la trajeron mis padres del videoclub. Seguro que había visto muchas más, pero esta película la recuerdo en familia.
¿Y el primer libro que le sorprendió?
Siempre he leído muchísimo, ahora leo menos, pero porque no tengo tiempo. Recuerdo un libro que me regaló mi madre, ‘Cuentos al amor de la lumbre’. Eran relatos clásicos y lo releí muchísimas veces. Mis padres nos premiaban con libros y recuerdo el día que fui a comprar ‘El Mago de Oz’ y lo leí enseguida.
Mary Poppins, El Mago de Oz… ¿Le gusta la fantasía y los mundos mágicos?
Y la ilusión, que creo que es lo importante. El Mago de Oz y Mary Poppins son obras que ya cuestionaban el sistema. En Mary Poppins hay sufragistas que piden el voto. A mí aquello me marco. Y en El Mago de Oz querían cambiar cosas que le iban mal a las personas. Las dos son obras que generan ilusión, que tienen que ver con la idea de que las cosas pueden ser de otra manera.
¿Dónde podemos encontrar a Virginia cuando deja a Virginia Carrera?
Me puedes encontrar en mi puesto de trabajo o tomando una caña con pincho y amigos o yendo a ver a mis padres a Ávila. Lo que es seguro que todo el mundo me puede encontrar porque soy una persona que me paro a hablar por la calle. A Virginia Carrera es muy fácil encontrarla. Soy la misma con mis amigos o al frente de Ganemos.
¿Es buena cocinera?
No.
Aún así, ¿tiene plato estrella?
No, no me llama la atención. Sobrevivo gracias al vuelta y vuelta y a base de platos precocinados, de la solidaridad de mi familia y mis amigos (risas). No tengo plato estrella y creo que no es conveniente que lo tenga, porque soy impaciente y me han dicho que la cocina es para personas con paciencia.
¿Por qué Salamanca es una ciudad estupenda para vivir?
Porque combina el modelo de una ciudad pequeña con la interculturalidad y la Universidad. Es una ciudad tranquila, te permite pasearla, además es bonita. Pero, si no genera oportunidades no es un buen lugar para vivir.
¿Por qué faltan esas oportunidades?
Hay que generar expectativas de cambio. Salamanca está perdiendo su población joven porque no da oportunidades. Al no haber empleo en la ciudad, no fija población y no genera atracción, por lo que es importantísimo generar empleo.
Lleva muchos años en Salamanca. ¿Cuál es su paseo favorito?
Me gusta mucho pasear por el centro y caminar para ir a ver a mis amigos a sus barrios. Me gusta mucho caminarla. Incluso, en verano me gusta ir en bicicleta. Si tengo que escoger un paseo sería: bajar por la avenida de Villamayor, pasar la Plaza Mayor y adentrarme en San Pablo.
¿Con qué personaje le gustaría dar ese paseo?
Con Beatriz Galindo, con María Maeztu, con Lucía de Medrano,... Son mujeres muy importantes de la historia de Salamanca. En la actualidad,… me encantaría poder conversar con Charo López o cualquier mujer que está representando a Salamanca fuera de nuestros límites. Lo que sí es cierto, es que ahora mantengo muchas charlas con mujeres trabajadoras que son protagonistas de lo que está pasando, también con mis compañeras del colectivo Trece Rosas que quieren cambiar esta ciudad a través de la mirada de los hombres y las mujeres, o incluso, con compañeras de otras formaciones que tienen como objetivo que todo mejore.
¿Qué le preguntaría a Beatriz Galindo?
No le haría una comparativa de su siglo y el nuestro. Creo que le pediría una mirada desde su época a la nuestra. Muchas veces al estar inmersa en el día a día, se nos escapan muchas cosas, pero si la mirada es de otro tiempo o de otro contexto, nos podría aportar muchas cosas para mejorar esta situación.
Es usted la única candidata a la alcaldía, sus adversarios políticos son hombres. ¿Tiene cabida la mujer en la primera línea?
Por supuesto. La política tiene que ser un espacio de mujeres y hombres. No me encuentro sola, tengo muchas compañeras, además me desenvuelvo y tengo experiencia en el mundo público, pero sí que es cierto que es un mundo muy masculinizado. Esas mujeres que fueron trasgresoras en su época, nos tienen que enseñar a serlo en la nuestra, para mantener esas posibilidades. En la política hay que seguir apostando por las mujeres, porque todavía no estamos en igualdad.
¿Cómo ha compaginado su vida pública y privada en la campaña?
La he llevado bien. En campaña lo prioritario es llegar a la mayor población posible, porque somos un grupo pequeño, no tenemos dinero y lo que nos toca es estar en la calle. Pero, todos los años que he estado en mi vida pública, en diferentes formaciones políticas o activistas o colectivos o por mi propio trabajo,… lo he llevado bien porque hay que poner límites y los tiempos son fundamentales. Hay que tener muy claro las prioridades y ahora para mí, lo más importante es que esta ciudad cambie. Eso no impide que tenga una vida personal, donde me desenvuelvo. Soy una personas muy organizad y me gusta el orden, esto tiene el reverso de que soy muy exigente.
Viginia, ¿es importante dar ejemplo como lo hizo su paisana Santa Teresa?
Sí. Para comprometerse hay que rendir. Nuestro lema en Ganemos es ‘Gobernar obedeciendo’. Los que estamos en política tenemos que dar ejemplo. Cuando entré en la vida política, en el colectivo estudiantil alternativo, allá por el 2000, un compañero me decía: ‘Hay que dar ejemplo. Virginia, tú tienes que ser una persona que en clase puedas dar una charla a tus compañero o puedas contar lo que ha pasado en el claustro,… pero para ello, tienes que aprobar, porque sino nadie te va a creer’. Para mí fue un hecho muy simbólico porque mis compañeros me apoyaron,… y eso es porque supe estar y aprobaba, porque de no ser así, ¡quién me iba a creer! En la vida política eso marca, porque todo el mundo ve lo que haces. En la Facultad aprendí que si quería que me votaran como representante de la Facultad, del Claustro,… tenía que ser ejemplar, que yo iba a la Facultad a aprender, aprobar,… y no me fue mal.
Si el día 24 de mayo los salmantinos le dan su confianza. ¿Qué es lo primero que haría en el Ayuntamiento?
El problema más endémico de este Ayuntamiento, y eso que no me gusta esas palabra, es que hay demasiados cargos de confianza, demasiado oscurantismo,… Eso tiene que ver con que hay personas con una situación privilegiada, que han entrado en el Ayuntamiento sin tener unos criterios objetivos. Lo primero que tiene que hacer Ganemos Salamanca es eliminar la libre disposición, los cargos de confianza que están generando retribuciones directas que no conocemos en qué se amparan, que no conocemos su tarea, su eficacia,… que no podemos permitir que un Ayuntamiento como el nuestro, donde hay personas que lo están pasando realmente mal, favorezca los intereses de unos poquitos. El primer día haríamos una evaluación, un diagnóstico de los cargos de confianza que existen designados a dedo y eliminarlos. Creo que un Ayuntamiento tiene suficientes técnicos que han entrado por concurso u oposición y que los profesionales que están asesorando tienen que estar ahí por unos criterios, no porque es mi amigo y lo coloco. Los cargos de confianza generan clientelismo, amiguismo,… y que muchos estén ahí sin merecerlo, sin ser los mejores, sin estar capacitados,… sólo por ser amigos.
