Este martes, 26 de mayo, comienzan a desarrollarse en los centros de enseñanza de Castilla y León las pruebas correspondientes a la evaluación de los alumnos de tercero de primaria, implantada por la LOMCE.
La Federación de asociaciones de madres y padres de centros público de enseñanza de Salamanca, tras haber consultado con las Ampas asociadas, manifiesta su «rotundo rechazo y su frontal oposición» a esta prueba.
Asegura que se trata del primer elemento «segregador» que se pretende implantar a niños y niñas de 8 o 9 años de edad, que van a empezar a ser dirigidos hacia una educación dual en la que «el derecho a la educación no va a ser igual para todos».
Considera, además, que introduce un criterio de competitividad «absolutamente inadmisible en edades tan tempranas, en las que deben primar valores de solidaridad, apoyo mutuo e igualdad».
Cree que se limita a evaluar la capacidad en comprensión lectora y matemáticas, obviando todos los criterios pedagógicos que priman la educación para la obtención de múltiples competencias que no se limitan a las meramente académicas.
Competencia entre centros
Agrega que esta aprueba ha generado un espíritu de competencia entre centros de enseñanzas y docentes, hasta el punto de que en muchos centros desde hace tiempo toda la actividad se dirige a la superación de la prueba, en lugar de a la educación integral de las personas; «en lugar de centros de enseñanza tendremos centros de preparación de una prueba (no es lo mismo enseñar a conducir que preparar para obtener el permiso)».
A lo que hay que añadir «la tensión» que genera en docentes, familias y estudiantes, por las consecuencias que los resultados de las pruebas pueden acarrear, tanto individual como colectivamente.
Los padres de alumnos consideran que no se ha informado suficientemente a las familias de las repercusiones que la prueba puede tener en el expediente académico de sus hijos y en la necesaria adopción de medidas en el caso de resultados negativos.
Paralización
Por todo ello, las asociaciones de madres y padres «exigimos la paralización de la prueba, así como de la puesta en vigor de la Lomce, y reclamamos una Ley de Educación consensuada entre todos los sectores implicados».
De cara a la prueba, recomienda a las familias que manifiesten por escrito su oposición a la prueba (en las Ampas de sus centros cuentan con un modelo para ello) y que, posteriormente, sea cual sea el resultado de la prueba, «agoten todos los recursos contra la misma, evitando así que tenga efecto alguno en el presente curso. Desde la federación y las Ampas se facilitará la tramitación de estos recursos», indica la federación.