Los enfermos de Hepatitis C de Salamanca temen que los nuevos recortes del gasto farmacéutico aprobados esta semana impidan la llegada de dinero a las autonomías para financiar el tratamiento de última generación con fármacos capaces de curar la enfermedad en un 90% de los casos.
El Senado dio luz verde a la limitación por ley del gasto farmacéutico según vaya creciendo el PIB, en lugar de ajustarlo a las necesidades de los pacientes, por lo que creen que es una forma de recortar el gasto en tratamientos farmacológicos y de impedir que se generalice el tratamiento de última generación contra la Hepatitis C, que tiene un precio muy elevado.
La Plataforma de Afectados por la Hepatitis C de Salamanca (Plafh) instaló este sábado una mesa informativa en la Plaza del Liceo para difundir la situación de este colectivo en la provincia.
En la actualidad solo 90 salmantinos reciben estos tratamientos. Suele tratarse de pacientes en estado más grave, que ya están prácticamente a las puertas de entrar en lista de espera para un trasplante de hígado o dentro de ella porque el suyo puede sufrir en breve una cirrosis.
Esos fármacos de última generación curan la enfermedad en un elevado porcentaje sin los efectos secundarios que tienen los tratamientos anteriores, que dañan el cuerpo de por vida, los huesos y una anemia crónica.
El plan nacional establece que los medicamentos nuevos se pueden administrar a pacientes en fase F2, F3 y F4.
Las fases
El fibroscan es un aparato que mide la fibrosis del hígado debido a la hepatitis y establece cinco grados de fibrosis, desde F0 a F4. Tras las fibrosis F4 llega la cirrosis.
La plataforma también pide que todos los hepatólogos tengan el fibroscan y que se trate a todos los pacientes sin distinción del grado de fibrosis. Que no se espere a que se agrave su estado, porque tras el F4 viene el trasplante, le cambian el hígado al paciente pero sigue teniendo la hepatitis y se volverá a dañar el nuevo hígado. La Plafh pide que se prescriba el nuevo fármaco para currar la enfermedad.