Iberdrola se ha marcado como nuevo objetivo medioambiental reducir su intensidad de emisiones de CO2 por debajo de los 150 gramos por kWh en 2030, cifra que sería un 50% inferior a las emisiones específicas de la compañía en 2007.
Para el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, “la fijación de este ambicioso objetivo pone de relieve, una vez más, nuestra fuerte implicación en la lucha contra el cambio climático y nuestro compromiso con el desarrollo de la sostenibilidad energética. Apostamos por un modelo de crecimiento verde bien regulado, que haga compatible la preservación de la calidad del entorno ambiental con un desarrollo económico sostenible y bajo en carbono que facilite la creación de empleo y proporcione prosperidad a nuestra compañía”.
Iberdrola es el líder eólico mundial y casi dos tercios de su potencia instalada está libre de emisiones, con lo que las emisiones por kWh de la compañía son ya un 30% inferiores a la media del sector eléctrico europeo.
La nueva meta establecida por Iberdrola se suma a otras iniciativas recientes adoptadas por el grupo, como la adhesión a una carta abierta a los líderes mundiales en la que los CEOs de 43 grandes compañías reclaman acciones firmes y concretas para lograr un acuerdo ambicioso en la Cumbre Mundial del Clima que se celebrará en París en diciembre de este año. Las empresas firmantes, que pertenecen a 20 sectores económicos y operan en más de 150 países, se comprometen a tomar medidas para contribuir a controlar el calentamiento global.