El doctor Pedro Guillén ha sido investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Pontificia de Salamanca. Un acto en el que el traumatólogo se presentó ante el público asistente con un profundo agradecimiento y con esperanza porque “la esperanza es vida y porque sé que llego a una Universidad que hunde sus raíces en el siglo XII, y porque al mismo tiempo es puntual con su tiempo”.
El nuevo Doctor de la Pontificia señaló que todo hospital, ciudad, país o Universidad que no investigue, «se empobrece. La investigación es la punta de lanza para la recuperación. La ciencia tiene que estar pegada a la realidad». Además, señaló que la investigación va por «la celula, porque sobre ella se asienta todo». Y aventuró que la carrera del futuro será la de Ingeniería de los Tejidos.
El creador de la clínica CEMTRO compareció ante profesores, familiares y amigos haciendo una explicación de lo que es para él la medicina científica y explicando al auditorio los avances alcanzados en estos años de ejercicio en la profesión. “Lo que distingue a la medicina científica de todas las otras medicinas que coexisten con ella es que la medicina científica reconoce y respeta los límites impuestos por su carácter de ciencia humana, mientras el resto de medicinas no los toma en cuenta”, aseguró el profesor Guillén.
Además, el nuevo Doctor Honoris Causa explicó que lo osteosíntesis es la unión de los fragmentos de hueso fracturado, mediante elementos metálicos. A continuación, expuso qué es la artroscopia sin cables y cómo “solo unos pocos locos creímos en las posibilidades que se abrían gracias a un “artefacto” que se ha convertido en el catalizador de la CMI, con todo caudal de ventajas y beneficios para el facultativo, para el paciente, y en particular, para el deportista en términos de pronta recuperación y curación”. El doctor Guillén manifestó que se encontró ante la disyuntiva de inventar o esperar a que otros lo hicieran. “Así nació la artroendoscopia de tercera generación que cambió el concepto de instrumento del quirófano a instrumento o herramienta personal del cirujano, que permitirá y facilitará su empleo ambulatorio en intervenciones simples”, explicó el doctor.
No podía faltar en su discurso de investidura una referencia a la traumatología en el mundo del deporte. El doctor Guillén aseguró que si se realiza una osteosíntesis por fractura debe ser lo más estable posible para que así permita la movilidad de las articulaciones vecinas y no aparezcan la rigidez. “La cirugía artroscópica en cualquier articulación lesionada del deportista supone un acortamiento del tiempo de baja y conocemos muy bien que la cirugía de la artroscopia ha sido el catalizador de la CMI, sufriendo menos el deportista y acortando el postoperatorio. Otra gran singularidad de la lesión deportiva es que su mayor frecuencia se ve en las partes blandas, músculo, tendón, cápsula-ligamento-esguince y su tratamiento casi siempre es no quirúrgico”, ha desarrollado el doctor.
En relación a los cultivos celulares y su aplicación como medicamento, Pedro Guillén hizo alusión a la disminución, afortunadamente, de las estadísticas de siniestralidad viaria. “Cada vez serán más las necesidades de tejidos y órganos, y menos los tejidos y órganos disponibles. La medicina regenerativa y la ingenierías tisular, hoy por hoy, presentan las mejores credenciales posibles para asumir el desafió que suponen reparar o reemplazar órganos o tejidos enfermos o mermados, bien por el desgaste inherente a la edad, o bien como consecuencia de una determinada patologías como la leucemia, la esclerosis múltiple o la degeneración macular”, ha explicado Guillén.
Por su parte, el rector de la UPSA, Ángel Galindo, ha resaltado la dimensión atropológica y ética del ámbito en el que se sitúa la labor y la figura de Pedro Guillén y las cualidades que han estado presentes en el ejercicio de la tarea académica y humanista del nuevo Doctor Honoris Causa. “A lo largo de toda su vida profesional, el profesor Guillén ha destacado por su profundo respeto al enfermo, considerándolo siempre como persona merecedora de toda la atención y cuidados que los avances de la ciencia médica ponían a su alcance. En su inquietud innovadora se preocupó por desarrollar técnicas menos invasivas y traumáticas en las intervenciones ortopédicas. Fruto de ello, fue su iniciativa de introducir la artroscopia al baje quirúrgico de la especialidad”, ha asegurado el rector.
Además, Ángel Galindo ha querido hacer una reflexión teológica sobre el problema de la enfermedad y la búsqueda de una repuesta por parte del hombre. “La dificultad para encontrar una solución definitiva no impide el compromiso en pro de las «soluciones» que nacen de la ayuda samaritana y de la búsqueda del sentido. El estilo de vida y el Espíritu de Jesús de Nazaret y de la comunidad de sus seguidores muestran el valor de la respuesta radical, individual y asociada, al enigma del dolor. El concepto antropológico de salud es más amplio que el concepto biológico ya que no sólo implica la experiencia de estar sano o estar enfermo en la dimensión física, sino la totalidad de los factores que forman parte integrante del ser humano: lo emocional, lo psíquico, lo social, lo ético”, ha asegurado el rector.
Francisco de la Gala, padrino del nuevo doctor y decano de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia ‘Salus Infirmorum’, realizó un recorrido por la biografía de Pedro Guillén, resaltando su actividad docente e investigadora, así como las numerosas distinciones y premios que ha recibido el reconocido traumatólogo.
Al acto acudieron el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, el primer teniente alcalde, Agustín Sánchez de Vega; el subdelegado de Defensa, José María Díez García, el director provincial de Educación, Jesús Laborda y otras personalidades como Juan José Hidalgo, José María García, Raúl del Pozo o Alfredo de la Torre.
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