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Serrat tiene mucho oficio

Joan Manuel Serrat ofreció un concierto en el multiusos Sánchez Paraiso donde repaso su 'Antología desordenada'.

Serrat se despidió ayer de sus incondicionales salmantinos, algo más de un millar, diciendo que si no acabaran las cosas, «no serían tan placenteras. No dejen nada. No olviden nada, ni tampoco se olviden de mí». El concierto de anoche en el multiusos Sánchez Paraíso es para olvidar. Escuché sus canciones, mi cabeza las tarareo, pero en otra voz que era la de Serrat, pero no el Serrat que transitaba por el escenario salmantino.

Arrancó el concierto subiéndose al ‘Carrusel del Furo’ para ponernos la miel en los labios con ‘De vez en cuando la vida’ y parafraseando la canción, de vez en cuando la vida, nos gasta una broma y nos despertamos sin saber qué pasa. La vida pasa y ya no es el que cantaba ‘Ahora que tengo veinte años’. Ni siquiera es el que cantaba ‘hace veinte años que tengo veinte’ y ya hace un poquito más de diez que hace veinte años que dice que tiene veinte años, desde hace veinte.

Cumple medio siglo en los escenarios y tiene mucho oficio, pero como dice una estrofa de su ‘Cantares’ (…) ‘Cuando el jilguero no puede cantar'(…) que sea el poeta el peregrino y él es un gran poeta. Sus ‘Palabras de amor’ se cantan «hasta en los entierros».

Serrat ofreció un concierto en el multiusos Sánchez Paraiso, al que acudieron algo más de un millar de personas.
Serrat ofreció un concierto en el multiusos Sánchez Paraiso, al que acudieron algo más de un millar de personas.

Agradeció al público el estar en el concierto, «porque eso hace posible que yo esté aquí». ‘Su Niñez’ dice: Y ¿dónde, dónde fue mi niñez?. ¡Dónde se ha ido Serrat! Aunque se vislumbró al Serrat de antaño un poquito después de ‘Hoy por ti’.

Serrat tiene mucho oficio y lo utiliza como en ‘Niños Silvestres’, pero lo que de verdad tiene Serrat es un plantel de músicos excelentes que arropan sus canciones en el escenario, tanto como él a su ‘Canción de Cuna’.

De la mano del gran maestro Ricard Miralles estaban David Palau, Ray Ferré, Vicent Clement y Josep Mas. Ellos provocaron que ‘Mi pueblo blanco’ hiciera que las muchachas soñaran con él, que el respetable llorara a la muerte de Don Guindo y que ‘Para la libertad’ ya les recordara a la del álbum que grabó en 1972.

De un tirón cantó ‘Romance de Curro El Palmo’, ‘Mediterráneo’, ‘Penélope’, que al final, Serrat la ha hecho envejecer, ‘Porque te quiero a tí’ y cerró el concierto con ‘Hoy puede ser un gran día’.

Los aplausos lograron que volviera y deleitó a sus incondicionales con ‘Pequeñas Cosas’ y ‘Cantares’. Se retiró seguramente exhausto, pero tres minutos de aplausos despertaron a ‘Lucía’.

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