[dropcap]H[/dropcap]ay médicos que son grandes científicos, otros tienen una gran empatía con el paciente y otros muestran una excelente calidad técnica en su trabajo.
Y hay solo unos pocos en los que todas estas cualidades se dan al unísono. Es el caso del Dr. T. L. Alburquerque. Además de neurólogo general, es especialista en patología neuromuscular, una rama muy específica de la neurología, en la cual Alburquerque es un profesional muy reconocido dentro del panorama nacional e internacional.
Lamentablemente, las distintas gerencias y direcciones del hospital no entienden de prestigio ni de calidad profesional. En numerosas ocasiones el doctor ha intentado crear una unidad de patología neuromuscular, como existe en otros grandes hospitales de referencia. Ha elaborado varios proyectos que siempre han sido rechazados por la dirección. Hasta el punto de que a día de hoy, la máquina que utiliza para realizar su trabajo data de la década de los 80; tratándose muy probablemente del aparato más antiguo del hospital.
A pesar de las frecuentes averías y lo obsoleto del sistema, la dirección se niega a renovar el aparataje. Probablemente están simplemente esperando a que el doctor se jubile para deshacerse de todo. En lugar de alabar e impulsar sus proyectos para crear una unidad de referencia en el hospital de Salamanca, van a dejar que todo caiga en la decadencia. Otros habrá que aprovechen esta situación y que no dejen escapar la oportunidad de ser referencia en Castilla y León.
Alicia Alonso Jiménez.