Ignasi Vidal director y escritor de la obra ‘El Plan’, una de las propuestas teatrales de FÁCYL. Con él charlamos sobre la obra de teatro, la cultura y la amistad. La obra se escribió en 2006, pero está de rabiosa actualidad porque retrata la historia de tres amigos que están en paro.
¿Cuánto nos ayuda tener un plan para poder avanzar?
En este caso, la obra ‘El Plan’ es un pretexto, lo importante es la historia de estos tres personajes que confluyen una mañana en el salón de la casa de uno de ellos y lo importante son las máscaras que se van deshaciendo conforme pasa el tiempo. Evidentemente, el plan nos ayuda a mantener esas máscaras, pero cuando se desmorona, se ve la realidad.
¿Cuánta verdad cree que hay en el refrán que dice: ‘El hombre propone y Dios dispone’?
Depende de cada uno. Lo cierto es que nosotros hacemos lo que podemos en la vida y eso es una de las cosas sobre las que escribo en ‘El Plan’, que todo el mundo hace lo que puede, que por mucho que uno luche contra lo que es, acaba siendo eso. Por lo tanto, hay que ser generoso y disculpar a los demás.
Es actor, director y escritor. ¿Es la crisis la que lo ha obligado a hacer un poco de todo o es un hombre del Renacimiento?
Ni una cosa ni otra. Me lo paso bien escribiendo, quizá es lo que más me gusta hacer. La crisis no ha tenido nada que ver, de hecho, el texto está escrito en 2006, cuando no había crisis conocida.
El oficio de escritor es muy solitario y el de actor, todo lo contrario. ¿Con cuál se siente mejor?
A lo mejor es que necesito esto precisamente. Me paso todo el día subido al escenario hablando de los demás y justamente necesito la soledad del escritor que de alguna forma me cuida, hace que sea un poco más reflexivo, más sensible conmigo mismo.
¿Es difícil dirigirse a uno mismo?
Nunca lo he hecho, en este caso dirijo a tres actores, pero debe de ser muy difícil, no sé si lo haré alguna vez.
¿Qué se pierde un pueblo si no se invierte en cultura?
De entrada pierde la capacidad de ser libre, de que esos ciudadanos sepan discerni r y tenga la crítica como elemento de progreso.
