El parque de Villar y Macías fue el escenario donde se dieron cita decenas de vecinos del barrio para disfrutar del final de los festejos
Olía estupendamente bien el parque de Villa y Macías esta mediodía. Había parrillas y una paella que se estaba cocinando a fuego lento. Pero, lo mejor era el ambiente que se respiraba. Brindis, risas y buena conversación acompañaban a la música de la charanga.
Con esta estupenda camaradería, los vecinos de Pizarrales ponen el broche de oro a las fiestas de este año del barrio.
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