Fernando Alonso y Kimi Raikkonen protagonizaron este domingo un accidente que pudo acabar en tragedia.
De hecho, solo por unos centímetros, el coche de Fernando Alonso no acabó sobre la cabina del Ferrari del finlandés.
Era la primera vuelta del GP de Austria, Kimi no era capaz de controlar su coche y finalmente acabó siendo embestido por el Mcklaren del asturiano, que se engancharon y formaron un amasijo que iba arrastrándose por el muro protector.
Alonso dijo que «al principio solo veía el cielo y luego vi una mancho roja en el retrovisor«. Era el Ferrari del finés, que estaba debajo de él. «Me bajé para comprobar que el piloto estaba bien» y casi al mismo tiempo Raikkonen hacía lo propio.
Ambos salieron milagrosamente sanos y salvos de un dramático accidente.