[dropcap]P[/dropcap]uedo llegar a entender que al igual que los ciudadanos hablamos del tiempo y otras cosas banales, hablemos también de política que, aunque debería ser un tema profundo dentro de una sociedad democrática avanzada, como se presume la nuestra, sin embargo no lo es debido a lo que han convertido esta noble tarea los que se dedican a ella; de manera que las conversaciones o más bien discusiones que tenemos sobre esta cuestión se transforman en ataques, descalificaciones y en reproches de conductas -vamos a llamarlas poco honestas-, de nuestros queridos representantes en las instituciones públicas.
Estando así las cosas, a nadie nos sorprende que la irritación social adopte cualquier forma para hacerse notar, desde chascarrillos en las redes sociales hasta juicios sumarísimos con sentencias que, en la mayoría de los casos pueden rozar la difamación, con ataques al honor, a la intimidad personal y familiar, y a la propia imagen. En definitiva, calumnias e injurias, disfrazadas de indignación social, lo cual tampoco trago.
Pero, lo peor de todo, si ya es grave lo dicho, más lo es aún cuando dichas descalificaciones se hacen desde la doble moral o quien las hace, por su relevancia pública o por su alcance mediático, su intención no es otra que dañar gravemente la imagen de a quien con sus soflamas han convertido en un reo de la justicia popular.
Muy pocas personas somos conscientes de las consecuencias de nuestros comentarios en las redes sociales. Falta de consciencia que es difícil que pueda convertirse en un atenuante ante los tribunales de justicia por aquello de que “la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento”, y que de ninguna forma es alegable por quienes me he referido anteriormente, en su mayor parte representados por ciertos medios de comunicación “afines” al “régimen” de quien gobierna, para los que debería ser en todo caso un agravante, así como para los propios correligionarios del partido político que lo ampara.
[pull_quote_left]Resulta insultante a la inteligencia de muchos que ciertos “periodistas”, por llamarlos de alguna manera, traten de justificar conductas políticas que son injustificables cuando su resultado cuanto menos es antisocial, considerando como tal el empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría de los ciudadanos [/pull_quote_left]Resulta insultante a la inteligencia de muchos que ciertos “periodistas”, por llamarlos de alguna manera, traten de justificar conductas políticas que son injustificables cuando su resultado cuanto menos es antisocial, considerando como tal el empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría de las ciudadanas y ciudadanos de este país; comportamiento que podría llegar a entender en el caso de sus autores con el fin de justificar su propia acción de gobierno, pero no de quienes tienen la obligación por su profesión de informar de forma veraz y desprovistos de tinte político, en la medida de lo posible, a la sociedad.
Si ya de por sí, la mayoría de las ciudadanas y ciudadanos estamos hasta el moño de tanta mamarrachada política, tales profesionales de la comunicación nos llevan al hastío con sus irritantes comentarios, como, por ejemplo, decir que el reciente alcalde de Valencia al tercer día se cansó de la bicicleta empezando a utilizar el coche oficial, o intentando comparar la imputación por protestar en una capilla -ni siquiera sabemos si desacralizada, dentro de una universidad pública, por tanto aconfesional-, o hacer chistes poco afortunados de humor negro con tintes antisemitas, por jóvenes indignados y cansados de tanta injusticia social; con imputaciones por prevaricación, malversación de fondos, fraude fiscal o evasión de capitales atribuidas a cargos públicos del partido a quien defienden de forma bochornosa. Y ello sin olvidarnos de comentarios, también en redes sociales de tales personajillos públicos, sembrados de odio contra ideologías contrarias y, en algunos casos hurgando en el dolor de la posguerra del 36 con elogios a la dictadura.
Esta es la doble moral a la que me he referido, intentar mezclar todo para enturbiar la realidad, olvidándose de aquella parábola que por su confesionalismo manifiesto deberían tener presentes ellos más que nadie, de los fariseos y sepulcros blanqueados capaces de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
¿Puede haber mayor falacia en tales conductas de ciertos políticos y periodistas que sin pudor se aferran a las emociones y a ciertos intereses espurios desechando el pensamiento más racional?. No sólo no son comparables en ningún momento las conductas, sino tampoco en el momento en que se llevan a cabo y por quiénes son sus autores; en un caso políticos en activo y en otro jóvenes indignados e indefensos, como he indicado anteriormente, ante tanta injusticia social atribuible a los primeros, y sin ninguna vocación institucional en el momento en que se realizaron y siempre dentro de un contexto.
Resulta del todo evidente que ante la ausencia de armas democráticas por el desprestigio social que han alcanzado por su forma infame de hacer política, y ante la pérdida de confianza de los ciudadanos, las únicas vías que les quedan son las indicadas, la difamación y el desprestigio de sus contrincantes políticos, con un “todo vale” porque nunca pasa nada.
[pull_quote_left]Nos llevan al hastío intentando comparar la imputación por protestar en una capilla -ni siquiera sabemos si desacralizada- con imputaciones por prevaricación, malversación de fondos, fraude fiscal o evasión de capitales atribuidas a cargos públicos del partido a quien defienden de forma bochornosa[/pull_quote_left]Hastío y estío, eso es lo que se nos avecina en los próximos meses de calor, no sólo por la estación del año en la que hemos entrado sino también por lo agitada que está “la peña”. El problema es que no hay nada para solucionarlo, salvo apagar ciertos programas de televisión y radio y no comprar ciertos periódicos cuyo “maniqueismo” es más que evidente con una falacia “ad hominen” de querer convertir a unos en buenos y a otros en malos, dependiendo de donde se sitúen; en vez de criticar sus políticas de gestión. En definitiva no queramos vender la piel del oso antes de cazarlo, porque en tan breve tiempo nadie ha demostrado nada, sólo los que cada vez están perdiendo más posiciones en el mapa político cuyas reformas internas, como han referido algunos, sólo consisten en cambiar las caras y no el fondo, o lo que es lo mismo cambiar la “P” de sitio, poniendo la de atrás adelante y la de adelante atrás, pero como siempre vestido de provocación si tenemos en cuenta que el recién nombrado vicesecretario de organización de este partido está bajo la sombra de la imputación en el caso de “Caja España” por un presunto delito de administración desleal cuando presidía el Consejo de Administración de esta entidad en calidad de presidente de la Diputación Provincial de Zamora.
— oOo —
12 comentarios en «Hastío, estío y provocación»
Completamente de acuerdo, con un matiz que empeora aún más la situación, esa dinámica de la descalificación y otras lindezas es muy contagiosa.
impresionante articulo que gran verdad todo lo que dices cada vez me da mas asco vivir en mi pais España, pero no voy a renunciar a la lucha contra la corrupcion hasta que quitemos del govierno a esta panda de ******** y ************* que nos gobiernan. no mas dirigentes de derechas. viva la Republica.
Salvame, GH, Futbol, «pan y circo».
¿nos suena?
Educacion, valores, informaciones, respeto….
se acabaran por convertir en algo muy lejano que nunca existio…
Esperemos que a pesar del tremendo esfuerzo de ciertos periodistas muy poco objetivos –permítaseme el eufemismo- prevalezca la inteligencia natural y la cordura entre los españoles a los que pretenden adoctrinar y manipular… y para las próximas elecciones generales seamos capaces de comprender y de ver con nuestros propios ojos, que con esta pandilla de ***************** insensibles en el gobierno, no se puede continuar más tiempo sin que los gravísimos daños que desde hace décadas vienen ocasionando al país y sus habitantes, sean definitivamente irreparables…
Son incomparables los principios éticos y morales, los salarios y modales establecidos por los representantes de “PODEMOS”, con los bochornosos y lamentables despilfarros e indiscriminados saqueos de PSOE y del Partido Podrido…
es una vergüenza la diferente vara de medir de los políticos, según se refiera a ellos o algo los demás.
Totalmente de acuerdo con este artículo; más claro el agua. El país no puede seguir así mucho tiempo más porque nuestro presente y nuestro futuro están en juego; no sólo nosotros si no las generaciones jóvenes que vienen detrás y a las que no les podemos presentar un futuro digno.
Al igual que Félix estoy totalmente de acuerdo con tu artículo. Este País nuestro hay que arreglarlo . Si es cierto que tenemos distinta vara de medir ,queremos una libertad igualitaria tenemos el deber y la obligación de dejarles a nuestros hijos un País justo . No es justo que nuestros hijos tengan que vivir peor que sus padres y si no lo arreglamos es lo que sucederá.
No podemos tolerar que el PP haya orquestado una campaña en contra de quienes no piensan como ello, eso si que es radicalismo, más aún fundamentalismo, aparte de una soberbia impresionante ante el resultado en las urnas, ¿si ahora se están comportando de forma tan ruin, qué harán cuando el descalabro sea aún peor en las elecciones generales?. En cuanto a los voceros que les dan cancha decirles que no hay mal que dure cien años y que el PP, y la casta en general llegará pronto a su fin, ¿entonces que harán, irse del país?. Por el bien de todos es lo mejor que podrían hacer. Queremos periodistas que hagan honor a la libertad de expresión no a marionetas del poder
TODOS SABEMOS QUE HAY PERIODISTAS MERCENARIOS QUE ESCRIBEN AL DICTADO DEL QUE LES PAGA Y YO SOY DE LA OPINION DE QUE TIENE QUE HABER OPINIONES DE TODAS CLASES ,FALTARIA MAS ,ESTO ES LA DEMOCRACIA QUE NOS HEMOS DADO
NOSOTROS COMO SERES HUMANOS RACIONALES TENEMOS QUE DILUCIDAR ,QUIEN TE ESTA DICIENDO LA VERDAD Y QUIEN TE ESTA CONTANDO UNA MILONGA.
YO CREO QUE TENEMOS QUE SER LIBRES DE PENSAMIENTO Y VOTAR AL QUE CONSIDERES QUE ES MEJOR PARA TU BOLSILLO Y TUS NECESIDADES Y SI TU GRUPO CONSIDERAS QUE NO LO HIZO BIEN ,PUES OTRO HABRA QUE BUENO ME HARA.
NO HAY PORQUE AFERRARSE A NADA ,POLITICAMENTE . HAY QUE SER MAS LIBERALES Y METERNOS EN LA CABEZA QUE LAS COSAS NO SON COMO UNO QUIERE ,UNAS VECES GANAN UNOS Y OTRAS PIERDEN, ESTO ES DEMOCRACIA
Gracias Feliciano por la aplicación de ese pequeño, aunque necesario tijeretazo aplicado sobre mi texto… A veces no somos plenamente conscientes de cuanto podría perjudicarnos lo que publicamos, por el afán de colaboración en el saneamiento rápido de la corrupción existente en este país… Esa supervisión se hace imprescindible… Gracias…!!!
Hace tiempo que el periodismo entró en agonía.Lleva agonizando décadas, lo que ocurreres que ahora está en parada respiratoria. Ahora cualquier pelagatos que sale en una tertulia televisiva se arroga el título de periodismo.
Periodistas quedan muy pocos, gente que se preocupe de dar la noticia y llegar al fondo del asunto, de lo importante y no de desviar la atención hacia otro lado buscando la confrontación y el olvido de lo realmente importante de la noticia.
Los podríamos contar con los dedos y nos sobraría alguno.
La prensa y la mayoría de los medios están comprados. Comprados por la publicidad institucional y por las deudas a los bancos.
El grupo prisa, antes supuestamente prensa de izdas. ahora es cualquier cosa menos eso.
Les tienen cogidos por las pelotas.
Ha quedado demostradísimo que a los periodistas que difieren de lo que manda la casta, o bien le hacen la vida imposible, como a Wyoming, al que llevan tiempo tratando de desprestigiar como el aborto de Herman Terch, o bien que lo echen de la cadena. Lo último ha sido el chantaje a A3, amenazando con no darle ninguna cadena más si Wyoming no era despedido.
El caso Cintora es otra prueba más de la presión que meten a los grupos mediáticos. Tuvieron que despedir a un periodista que era líder de audiencia.
En el periódico El mundo, ya han despedido a dos directores. Uno por el caso Barcenas y el otro por decir en una tertulia que trataba de las filtraciones a la prensa, que muchos ministros se pondrían rojos si hubiera que dar las fuentes de las filtraciones. 4 horas después estaba en la calle.
Vivimos en una dictadura, llevamos 80 años y pocas cosas han cambiado.
Elige bien lo que lees y los programas que ves.
Un saludo.
A estas alturas el PP y sus advenedizos periodistas ya no engañan a nadie. Su falta de escrúpulos y su fundamentalismo como ha señalado Amparo en su comentario, no sólo salen de ojo sino que ha alcanzo el más alto grado del patetismo político e informativo. Sí, son patéticos, como también lo son quienes todavía pueden votar a quienes utilizan el juego sucio desprestigiando a quienes no piensan como ellos y no son más que marionetas de la troika. Desde luego que en democracia cada uno pensar lo que quiera, faltaría más, pero, por encima de todo debe respetase las reglas del juego y actuar dentro del respeto sin acudir a la difamación, pero ya sabemos como actúa la derecha rancia.
Felicito a Feliciano por su acertado artículo.